“Cuba Salud 2022”: un espacio para dialogar y contribuir a la salud de nuestras poblaciones
“Este es un espacio de diálogo, de aprendizaje e intercambio de buenas prácticas”, aseguraba en la tarde del lunes la doctora Carissa Etienne, directora general de la Organización Panamericana de la Salud, al intervenir este 17 de octubre en la inauguración de la Convención Internacional “Cuba-Salud 2022”.
Justamente es ese el propósito de esta cita desde su primera edición: dialogar, compartir, aprender… sobre todos aquellos temas que pueden contribuir a mejorar y proteger la salud y la vida de nuestras poblaciones.
Al dar la bienvenida este martes a quienes participan en la Convención Internacional “Cuba-Salud 2022” manifestamos nuestro deseo de que los espacios de intercambio que se han previsto en este evento se aprovechen para ampliar y profundizar un debate internacional que contribuya, en primer lugar, a encontrar nuevas y útiles soluciones a los complejos temas sanitarios que hoy afectan a nuestras naciones. Es responsabilidad de todos solucionarlos.
La invitación de nuestro país —desde el diálogo fraterno y colaborativo— es a buscar soluciones innovadoras para viejos y nuevos problemas que nos ocupan y afectan a todos, en un mundo cada vez más desigual, que sufre las graves consecuencias de una de las peores pandemias vividas por la humanidad en los últimos cien años.
Es nuestro propósito, además, que estas jornadas de debate contribuyan a estrechar los lazos de amistad y cooperación en el campo de la Salud, tan urgentes e imprescindibles en el actual contexto, donde son cada vez más visibles y dolorosas las diferencias entre regiones, países y estratos sociales.
Es este también un espacio para sumar voluntades en pos del desarrollo del sector sanitario del país que, a pesar de las limitaciones de recursos que enfrenta producto a la actual situación económica que vive la nación, agravada por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos, no deja de buscar constantemente alternativas para mejorar, tanto como sea posible, la calidad de la atención que se brinda a nuestro pueblo.
La tercera jornada de trabajo de la Convención inició este miércoles con la Conferencia Magistral: Salud sexual y reproductiva para todos, impartida por la doctora Natalia Kanem, secretaria general adjunta de la Organización de Naciones Unidas y directora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Como parte de las actividades colaterales a la Convención, este miércoles sostuvimos encuentros bilaterales con los ministros de Salud de Bolivia, Venezuela, Jamaica, Surinam, Trinidad y Tobago, y Mozambique, así como con representantes del sector sanitario de otros países amigos. Fueron muy útiles intercambios en los que dialogamos acerca de los muchos caminos en los cuales podemos trabajar de conjunto para continuar ampliando y fortaleciendo los vínculos de cooperación.
Fructíferas jornadas de trabajo precedieron a la de este 19 de octubre, en las cuales se ha puesto en el centro de todos los debates científicos, el cómo delinear juntos mejores caminos para superar los desafíos que tiene por delante la Salud Pública para alcanzar la meta de la salud universal, en un escenario post pandemia, y cuál debe ser la respuesta del sector de la Salud ante las devastadoras consecuencias provocadas por esta crisis sanitaria.
Previo al inicio de la Convención Internacional “Cuba-Salud 2022”, prestigiada por la conferencia magistral impartida por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, había sido inauguradas dos ferias asociadas a dicho evento: la XV Feria Comercial Salud para Todos y la I Feria Internacional de Turismo Médico y Bienestar. Ambos son espacios de mucha utilidad y que complementan el desarrollo de este importante evento que convoca a nivel internacional el sector de la Salud cubano.
Sobre los muchos retos que tiene por delante el Sistema Nacional de Salud en Cuba en el contexto post COVID-19 intercambiamos este martes con los delegados e invitados a la Convención. Si algo nos dejó muy claro la terrible epidemia provocada por la COVID-19 fue la necesidad de priorizar los sistemas de Salud; potenciar la ciencia; lograr soberanía tecnológica, y contar con recursos humanos preparados, competentes y consagrados.
Avanzar en esos propósitos no es solo una cuestión médica, también requiere de un abordaje político urgente en el mundo. Cuba ha demostrado que sabe cómo llevar adelante esos preceptos.
Una agenda transformadora y desafiante se ha trazado a nivel mundial a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para compartir ideas sobre lo hecho desde el ámbito de la Salud y cuánto falta aún por avanzar en pos de su cumplimiento, este martes se desarrolló, además, un panel con el tema “La Salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030”.
Cuando el mundo acordó algunos años atrás, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030, trabajar siguiendo el propósito de “garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos”, mucho había hecho ya el Gobierno cubano en ese camino. Hechos concretos, que tienen su génesis en el propio triunfo de la Revolución, en enero de 1959, se han ido diseñando, implementando y perfeccionando en diferentes ámbitos de la sociedad para lograr ese fin.
En el contexto las actividades de la Convención, en estos días previos sostuvimos, además, intercambios con los ministros de Salud de Barbados, Zimbabue y Belice. En todos se ratificó la voluntad común de mantener, ampliar y fortalecer los vínculos que existen en el sector sanitario entre nuestros países, de manera especial en los temas asociados a la industria biotecnología, la formación de recursos humanos y la colaboración profesional.