Comenzará en La Habana estudio de manifestaciones neurológicas provocadas por la COVID-19
El Instituto de Neurología y Neurocirugía “Dr. Rafael Estrada González” (INN) prevé iniciar en los próximos días un estudio de pesquisaje de manifestaciones neurológicas asociadas a la pandemia de la COVID-19, en pacientes recuperados del capitalino municipio Plaza de la Revolución.
El Doctor en Ciencias Médicas Joel Gutiérrez Gil, presidente del Consejo Científico de Neurofisiología Clínica del INN, explicó que este estudio evaluará en qué porcentaje de los pacientes con COVID-19 aparecen manifestaciones neurológicas, su intensidad y su posible persistencia como secuelas.
La pesquisa de las afectaciones se desarrollará a través de una encuesta, creada en forma de aplicación móvil por el Departamento de Cibernética del Centro de Neurociencias de Cuba (CNEURO).
Unos 15 pesquisadores, entre neurólogos, psiquiatras y neuropsicólogos, serán los encargados de aplicar dicha encuesta diseñada en un lenguaje comprensible por los pacientes y que permite, mediante preguntas, precisar la existencia de alteraciones en el funcionamiento del sistema nervioso central y periférico.
Esta herramienta evaluará la aparición de afectaciones muy frecuentes como el dolor de cabeza y la pérdida del olfato, y otras como las alteraciones visuales y del sistema nervioso autónomo, menos exploradas.
Gutiérrez Gil precisó que para la investigación se visitará el domicilio de los pacientes recuperados de la COVID-19 para realizarles la encuesta de forma retrospectiva y esa información se colocará en una base de datos a nivel nacional; se excluirán del estudio aquellos sujetos con manifestaciones neurológicas anteriores a la infección con el SARS-CoV-2.
Una vez identificadas las alteraciones neurológicas a los afectados se les realizarán otras pruebas para caracterizar con mayor detalles la severidad y el curso evolutivo de las alteraciones neurológicas, refirió el doctor.
Por ejemplo, a los pacientes con dolor de cabeza persistente en la etapa post-COVID se les realizará un conjunto de exámenes clínicos y de investigaciones complementarias para definir las características distintivas de este padecimiento y sus posibles causas.
El también profesor titular e investigador destacó que esta investigación tiene la ventaja de analizar cómo han evolucionado las alteraciones neurológicas post-COVID durante un periodo de tiempo de varios meses y hasta un año, en algunos casos.
Durante el 2020, el INN también participó en un estudio de conjunto con CNEURO, en el cual, además de la encuesta, se exploró la actividad eléctrica cerebral, a través de electroencefalografía, y la aplicación de un cuestionario para determinar alteraciones psiquiátricas relacionadas con la COVID-19.
En esa investigación participaron 87 convalecientes y un grupo de control de 50 individuos sanos, los cuales se seleccionaron al ser sospechosos de padecer el coronavirus, pero en quienes el estudio de PCR fue negativo.
Estos sujetos denominados controles normales poseían características similares a los convalecientes, en cuanto a edad y género, y también se les aplicó la misma evaluación que a los recuperados del SARS-CoV-2.
Demostró la investigación que las alteraciones neurológicas más comúnmente asociadas al coronavirus son el dolor de cabeza, las alteraciones del gusto y el olfato, la fatiga crónica (que en ocasiones puede impedir realizar las acciones de la vida diaria), las diarreas y las arritmias cardíacas, afirmó el académico cubano.
También se encontró una alta incidencia de alteraciones visuales, hasta un 20 por ciento reportó disminución de la agudeza visual y el 30 por ciento tuvo mareos relacionados con la infección.
Insistió el doctor en que algunas de estas alteraciones neurológicas se presentaron en individuos que padecieron variantes muy leves, incluso completamente asintomáticas a la COVID-19.
La mayor parte de las investigaciones desarrolladas en otros países incluyen pacientes que padecieron estadios graves y críticos de la enfermedad, pues son quienes acuden a los hospitales, sin embargo, los pacientes con formas graves representan solo un bajo porcentaje del total de sujetos afectados, señaló Gutiérrez Gil.
El protocolo cubano incluye la hospitalización y seguimiento de todos los positivos al virus, lo cual nos permite evaluar también a los pacientes con formas leves o moderadas de la enfermedad, quienes constituyen el grupo mayoritario, lo que a su vez nos permite un diagnóstico más integral de todas las formas clínicas de la enfermedad.
Esta particularidad quizás pudiera explicar por qué en el estudio cubano se muestra una menor incidencia de manifestaciones neurológicas en comparación con los realizados en otros países, comentó el neurofisiólogo.
Asimismo, expresó que otros factores pudieran ser una menor vulnerabilidad de la población a padecer manifestaciones neurológica post-COVID y la aplicación de un protocolo de tratamiento temprano para todos los pacientes.
El presidente del Consejo Científico de Neurofisiología Clínica del INN puntualizó que las manifestaciones neurológicas residuales de la pandemia pueden ser inmediatas, en las semanas siguientes a la enfermedad y a largo plazo, hasta años después, pero aún estas no se conocen.
Lic. Sheila Noda Alonso
Periodista de la Agencia Cubana de Noticias. Licenciada en Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2020). Colaboradora del sitio web del MINSAP.