La cotidianidad tiene que ser de homenaje constante a nuestros mártires
Cuba reverencia su historia y sus artífices: la cotidianidad tiene que ser de homenaje constante a nuestros mártires, quienes desde su virtud y valentía levantaron la Revolución cubana, con la entereza de saber darse hasta las últimas consecuencias.
Y cuando cada 30 de julio rendimos honores a los mártires de la Revolución, rendimos honores también a la vida, esa que un puñado de jóvenes no vaciló en poner en riesgo para defender el futuro.
Frank, Lidia, Abel, Clodomira… son nombres que Cuba no podrá olvidar nunca. Tampoco son los únicos: cientos de jóvenes que resistieron entonces el más bárbaro terror son hoy ejemplo y guía. Recordarlos no es suficiente, hagamos del día a día un homenaje constante a ellos con nuestro hacer, en pos de salvaguardar la Patria.