Organización Panamericana de la Salud: soporte imprescindible para enfrentar los retos sanitarios de la región
En el contexto de las actividades de la Convención Internacional “Cuba-Salud 2022”, desarrollamos una sesión especial para homenajear a la Organización Panamericana de la Salud que, en 120 años de quehacer ininterrumpido ha sido en soporte imprescindible para enfrentar los múltiples retos sanitarios vividos en nuestra región.
Fue ese un espacio oportuno también para agradecer y reconocer, en nombre de Cuba, y de manera especial en nombre de nuestro Ministerio de Salud Pública, la sabiduría, la entrega y el empeño con que a lo largo de más de un siglo esta Organización se ha comprometido con la defensa de la vida.
Para nuestro país constituye un alto honor acompañar el trabajo de la Organización Panamericana de la Salud desde su fundación, el 2 de diciembre de 1902. Desde entonces muchos son los caminos de cooperación, solidaridad y apoyo que hemos consolidado en estrecho vínculo con la OPS, cuya máxima expresión tuvo lugar tras el triunfo de la Revolución cubana: muchos y diversos son los nexos que se han fomentado y fortalecido en estas más de seis décadas.
A Fidel debemos el impulso primigenio concedido durante la Revolución a esas relaciones, pues supo reconocer en toda su magnitud el valor de la OPS como baluarte para la cooperación regional y el desarrollo de los sistemas sanitarios: son esas líneas de acción que se han seguido desde entonces en nuestro país como continuidad a sus ideas.
Admirable ha sido la manera en que, por más de un siglo y sobre todo en las últimas seis décadas, se ha puesto de manifiesto la coincidencia entre los preceptos defendidos por la Organización Panamericana de la Salud y el Sistema Nacional de Salud, en lo que a políticas sanitarias se refiere. Las ideas y principios de trabajo promovidos por la OPS para fortalecer y desarrollar sistemas sanitarios que verdaderamente respalden el derecho a la salud y a la vida de todos por igual, son para Cuba propósitos indisolubles al trabajo del día a día.
Si bien la lista de logros y acciones comunes es bastante extensa, es inevitable mencionar el apoyo que ha significado para Cuba el trabajo conjunto con la Organización Panamericana de la Salud en el enfrentamiento a la epidemia provocada por la COVID-19.
Muchas de las acciones que marcan líneas comunes y fortalecen nuestros nexos con la Organización Panamericana de la Salud se han concretado en el transcurso de los últimos diez años, en los cuales la doctora Carissa Etienne ha estado al frente de la Organización. Si alguien a nivel internacional tiene una verdadera idea de los esfuerzos y las acciones realizadas por elevar los indicadores de salud de la población cubana y mejorar la calidad de la atención, es precisamente ella.
Cuba mantendrá su compromiso y voluntad de continuar fortaleciendo el desempeño de la Organización Panamericana de la Salud. Respeto, solidaridad y cooperación podrán encontrar siempre sus estados miembros en mi país, donde hace más de seis décadas se trabaja sin descanso para proteger la salud y la vida.
