Sanar después del huracán: historias de la brigada de salud mental en Granma
Después del paso devastador del huracán Melissa, la provincia cubana de Granma quedó herida en muchos sentidos: casas destruidas, caminos anegados y familias que aún no podían dormir tranquilas. En medio de esa realidad nació una misión urgente: acompañar emocionalmente a quienes más habían sufrido.
Por eso llegó hasta allí la Brigada de Salud Mental, un pequeño equipo convocado por el Ministerio de Salud Pública, armado solo con su experiencia, colores, juegos y una enorme capacidad de ternura. Su propósito era simple y profundo: devolver calma, sostén y alegría a niños, adolescentes y adultos que enfrentaban las secuelas invisibles del desastre.






