Cuba seguirá defendiendo la salud como un derecho universal

Hablar de Salud en Cuba es inevitablemente hablar de Fidel, quien la concibió como un derecho humano inalienable y un pilar esencial del proyecto social revolucionario en la Mayor de las Antillas, afirmó el ministro del sector, doctor José Angel Portal Miranda, al pronunciar su Conferencia: Cuba y el paradigma de “Una sola salud”: ciencia, solidaridad y compromiso humano frente a los desafíos globales.

A nuestro Comandante en Jefe homenajeó, de manera especial, en esta jornada inaugural de la V Convención Internacional “CUBA-SALUD 2025”, en presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; y del Miembro del Buró Político y Primer Ministro Manuel Marrero Cruz.

En el contexto del centenario de su natalicio, que estaremos celebrando en agosto del próximo año, el titular del ramo evocó su visión profundamente humanista e integral, que apostó siempre por un enfoque preventivo, comunitario e intersectorial, «donde la ciencia, la ética y la equidad se entrelazan para garantizar el bienestar de todas las personas, sin distinción».

Bajo su liderazgo, dijo, se forjó nuestro Sistema Nacional de Salud, que es hoy referente mundial por su enfoque solidario, su capacidad de respuesta ante emergencias y su profunda vocación internacionalista.

En el Palacio de Convenciones de La Habana, Portal Miranda aseveró que nuestro país reafirma, en este escenario, su inquebrantable compromiso con la salud, como derecho de todos los seres humanos, a la vez que resaltó que «el futuro, en este ámbito, necesita, más que nunca, de miradas integradoras, enfoques transversales y respuestas globales ante desafíos que no reconocen límites geográficos ni sectoriales».

En este sentido, expuso en su Conferencia magistral que la importante cita se realiza con la convicción de que el paradigma de “Una Sola Salud” no es una utopía académica, sino una necesidad urgente para la supervivencia y el bienestar de todos los seres vivos en el planeta.

Asimismo, resaltó cómo la medicina cubana revolucionaria, desde su concepción primigenia, tuvo sus bases, entre otros elementos, en la prevención, el control comunitario de vectores, el vínculo entre Salud y medioambiente, así como la formación integral de sus profesionales. «Diferentes programas que se desarrollan actualmente dentro del Sistema Nacional de Salud, relacionados con las campañas de vacunación, la protección del medio ambiente, la seguridad alimentaria, la educación sanitaria y la vigilancia epidemiológica, reflejan desde su propia concepción una articulación constante entre lo local y lo global, lo humano y lo ambiental, lo clínico y lo social, tomando, como guías, los principios que en estos momentos reivindica “Una Sola Salud”».

Siguiendo ese camino, ponderó que en el año 2021 el Consejo de Ministros aprobó la “Estrategia Sanitaria cubana basada en el enfoque de Una Salud para el desarrollo sostenible”, respaldando así de manera activa los presupuestos promovidos por la Organización Mundial de la Salud y reafirmando el compromiso del país con un desarrollo verdaderamente sostenible.

A decir del Ministro, integralidad, colaboración y sostenibilidad, son claves para abordar, desde el paradigma de “Una Sola Salud”, fenómenos que ponen en riesgo la supervivencia de la humanidad, como la pérdida de la biodiversidad, la pobreza y la inseguridad alimentaria. Temas que en sus valoraciones deben distinguir a los debates de la V Convención Internacional “Cuba-Salud 2025” y sus ferias asociadas.

Al referirse al impacto del encuentro, expresó que se trata de un espacio con la voluntad de compartir, debatir y construir colectivamente, frente a tantas amenazas globales que acechan a la humanidad, como las pandemias, el cambio climático, las crisis alimentarias y las desigualdades sanitarias, «donde la respuesta no puede ser fragmentada; tiene que ser, inevitablemente, ciencia con conciencia, solidaridad y compromiso humano sin fronteras».

Refirió así la trascendencia de la cita, con participación de más de 4 mil investigadores, académicos, y profesionales de la Salud, en la modalidad virtual y presencial, no solo para nuestros sistemas sanitarios, sino también para el destino común de la humanidad. «Nos reúne el compromiso con la vida, con la salud como derecho humano universal y con la urgencia de articular estrategias integradoras que nos permitan responder a los crecientes problemas globales que en la actualidad se manifiestan».

Desde las particularidades que distinguen a cada uno de nuestros países – agregó posteriormente – tenemos la enorme responsabilidad de aprovechar las experiencias que se han ido adquiriendo para enfrentar con un enfoque integral los retos sanitarios; muchos de ellos evidenciados durante la pandemia de la COVID-19, periodo que marcó un antes y un después en la historia contemporánea de la Salud global, y que reafirmó, con creces, el papel estratégico de la ciencia y la innovación tecnológica como herramientas para enfrentar estos inmensos desafíos.

La medicina, para Cuba, es una vocación que trasciende fronteras y responde a un compromiso ético con la vida, resumió en este contexto el doctor, a la vez que describió principios y desafíos de una red coherente que integra los tres niveles de atención y tiene una fuerte base comunitaria en la Atención Primaria de Salud, con el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia como eje estructural y funcional del quehacer del ejército de batas blancas; todos impactados por la cruel política de bloqueo económico, comercial y financiero que impone el gobierno de los Estados Unidos desde 1962.

En la actualidad en el territorio nacional funcionan 10 mil 835 consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia, refirió, integrados a 451 policlínicos, distribuidos por todo el territorio, donde la consagración y el hacer de los profesionales que durante 40 años han dado vida a ese Programa, ha permitido que la Isla alcance indicadores de Salud comparables con naciones desarrolladas, pese a las constantes limitaciones materiales que enfrentamos y que demuestran, cada día más, la trascendencia de una creciente labor científica e innovadora en el organismo.

«Solo durante el pasado año, en Cuba se ejecutaron dos mil 767 proyectos de investigación e innovación, y cada uno de ellos tuvo como premisa esencial optimizar el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud y en consecuencia la calidad de vida de nuestro pueblo», comentó.

Esfuerzos integrales se suman a estas diarias proezas en la batalla por la vida, que van detrás de cifras como las de la tasa de mortalidad infantil, que explicó, en los últimos diez años ha oscilado entre 4 y 7 por cada mil nacidos vivos. «Detrás de cada uno de esos números, está el empeño constante de una nación que, desde la voluntad política de su Estado y su sistema sanitario, no escatima esfuerzos para preservar la salud de cada embarazada, puérpera e infante, aun en medio de muy complejas limitaciones económicas».

Son verdades que no pueden ser ignoradas, señaló el Ministro, que agradeció la entrega sin límites de los trabajadores de la Salud por la defensa de la vida en Cuba, donde el compromiso y sensibilidad para seguir superando obstáculos, son admirables.

Sobre los retos de las 13 universidades de Ciencias Médicas y las dos facultades independientes que existen en el país, de conjunto con los centros de investigación en Salud y la Escuela Nacional de Salud Pública, que tienen la responsabilidad de preparar y capacitar los recursos humanos que respaldan el desarrollo del sector, se refirió también en su exposición.

Hizo énfasis en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), una institución que ha graduado a 31 mil 235 médicos, de 122 naciones de múltiples etnias, culturas, costumbres, tradiciones religiones e ideologías, con una visión sumamente ética, humanista y comunitaria, «que no solo forma profesionales: forma, en primer lugar, defensores del derecho a la salud y a la vida».

Habló el Ministro con orgullo de la calidad de nuestros profesionales de la Salud, que no solo es reconocida por nuestro pueblo, también lo es por los millones de pacientes que a lo largo de más de 60 años han sido atendidos por los colaboradores en los cientos de países donde han brindado servicios con sensibilidad y altruismo «porque allí, a donde otros no llegan, a lo más agreste y desafiante, allí, sí van los nuestros».

Razones que valoró como verdades «que incomodan a quienes promueven un modelo mercantilizado e insolidario y que constituyen la clave de la feroz campaña de descrédito que desde hace años ha desatado el gobierno de Estados Unidos contra nuestra cooperación médica internacional, llegando incluso, como sucedió el pasado 25 de febrero, a restringir las visas a funcionarios del gobierno de Cuba, así como a cualquier otra persona en el mundo que sea “cómplice” de nuestros programas de asistencia médica en el extranjero».

Fue categórico al afirmar: ninguna calumnia hará que abandonemos esa vocación humana y solidaria que define el quehacer de los trabajadores nuestros de la Salud en cualquiera de los escenarios donde brindemos servicios, «porque Cuba seguirá defendiendo la salud como un derecho universal, un legado de esperanza y un compromiso de vida».

Gracias a quienes han decidido acompañarnos en estas jornadas, mencionó José Angel Portal Miranda casi al cierre de su Conferencia, en las cuales los convocamos a seguir intercambiando saberes, sumando voluntades, construyendo redes de cooperación real, innovando, y asumiendo colectivamente, con toda la responsabilidad que ello entraña, el paradigma de “Una Sola Salud” como principio rector del presente y el futuro de la humanidad.

«Continuaremos desarrollando nuestro sistema sanitario, formando profesionales, compartiendo ciencia, y llevando salud allí donde se necesite, a pesar del bloqueo, de la difamación, de las amenazas. Y lo haremos porque creemos en la esperanza porque creemos en la humanidad porque tenemos la certeza de que no puede haber salud humana si no hay salud para todos, que es también salud para el planeta».

Un mensaje final del ministro de Salud Pública resonó en el Palacio de Convenciones de La Habana durante esta jornada inaugural de la V Convención Internacional “CUBA-SALUD 2025”: no importa dónde, la medicina cubana estará siempre al servicio de la vida.

Autora Isabel Díaz Gonzalez

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