Timor-Leste, antes y después de la brigada médica cubana
Niños huérfanos, mujeres que perdían la vida apenas alumbraban otra, malnutrición, tuberculosis, malaria, muertes masivas en campos de concentración, también a causa de la persecución, de las confrontaciones armadas, migraciones forzadas; he aquí el panorama que vivía Timor-Leste después de 25 años bajo la dominación de Indonesia. Aproximadamente el 23 % de la población pereció durante aquellos años.
Timor-Leste, rememora el Dr. cubano Rolando Montero, estaba entre los 20 países más pobres del mundo, según la medición del Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Más del 40 % de su población vivía por debajo de los índices de pobreza y más del 70 % de su estructura de salud había desaparecido. El 80 % de sus trabajadores sanitarios emigraron a partir de la ocupación. Apenas tenían equipamientos ni medicamentos. En aquel momento contaba con 27 médicos para cerca de 1 millón doscientos mil habitantes, su per cápita de galenos era de 1 por cada 70 mil habitantes, de los peores en el sudeste asiático.
Fidel, artífice del internacionalismo cubano
En medio de ese escenario desolador se estrecharon los vínculos entre los líderes independentistas del pequeño país y el Comandante en Jefe Fidel Castro. Distantes geográficamente pero cercanos en los deseos de hacer por los más necesitados, iniciaron las relaciones entre las dos islas parecidas en su resistencia ante enemigos más poderosos.
Fidel se reúne durante la XIII Cumbre de Países no Alineados, celebrada en Malasia, con Xanana Gusmão, presidente de Timor desde el 2002 hasta el 2007 y con el Ministro de Negocios Extranjeros,en ese momento, el Dr. Ramos Horta, Premio Nobel de la Paz. Allí el líder de la Revolución Cubana les propone ayudar con una brigada médica de la Isla a la recuperación de la nación que durante 25 años estuvo ocupada por Indonesia y antes perteneció a Portugal. Además se compromete a formar 1000 médicos para Timor-Leste.
Cuba fue el segundo país, después de China en reconocer la independencia de Timor-Leste de Indonesia. Fue así que en el 2004 llegó al país, que como Cuba tiene forma de caimán, la brigada médica cubana.
Los números no mienten
Rolando Montero, especialista en Dermatología y actualmente director del Hospital Guillermo Hernández Fernández Vaquero, en el Consejo Popular del Rincón en La Habana, dirigió desde el 2012 hasta el 2016 la Brigada médica Cubana en la pequeña nación del sudeste asiático y guarda como reliquia la constancia estadística de cómo cambiaron los indicadores de salud con la presencia de los cubanos.
La mortalidad infantil que era de 68 por cada 1000 nacidos vivos, pasó a ser de 44, la mortalidad de menores de 5 años que estaba en 98/1000 hoy está en 50, la mortalidad materna que era de 789 por cada 1000 se logró disminuir a 300. La incidencia de la tuberculosis disminuyó de 789 a 40 por cada 1000 habitantes mientras que la malaria dejó de ser un problema de salud en Timor-Leste.
La esperanza de vida ascendió de 55 a 68 años. La cobertura médica hoy está a más de un 90 % y la población está inmunizada casi a un 100 %. Hoy tienen más de 1000 médicos formados por la Isla caribeña, que ha permitido un per cápita de 1 médico por cada 1200 habitantes, esa es hoy una de las mejores tasas del sudeste asiático, superior a Filipinas, Indonesia, Malasia, Vietnam, Laos y China.
Con ayuda de los cubanos se diseñó el programa materno infantil, de lucha contra el cáncer, de nutrición, de control de las enfermedades transmisibles y no transmisibles, el de medicamentos, el de formación y perfección de los recursos humanos.
De las 32 especialidades con que cuentan los hospitales timorenses, comenta el Dr., Montero, en 29 están presente los médicos cubanos “ y de esas 29, 21 son dadas solo por nuestros médicos como maternidad patológica, angeología, nefrología, psiquiatría, gastroenterología, medicina legal, oncología, otorrino, microbiología, entre otras”.
En 15 años de colaboración médica se han brindado más de 10 millones de consultas, han realizado más de 100 mil intervenciones quirúrgicas y más de 100 mil partos, además se han salvado más de 30 mil vidas.
Hablan los timorenses
El embajador de la República de Timor-Leste en Cuba, Excmo. Sr., Loro Horta, no consigue imaginar otro país que los ayudara, de la forma en que Cuba los ha ayudado. Para él, destinado hace más de dos años en la Isla, el concepto de la brigada médica cubana es único. “No solo fue el envío de la brigada médica cubana sino la formación del millar de galenos en las Universidades cubanas de Medicina. No consigo pensar en otro país que tuviera la capacidad y la voluntad de acudir a Timor. Por muchos años fue Cuba la que corrió con todos los gastos, fue a partir del 2008, más o menos 5 años después de la brigada estar ahí, que nuestra economía se recuperó de la guerra, fue entonces que comenzamos a compartir los gastos. Cuba era la que aportaba el dinero para la brigada y la formación de nuestros médicos”.
Hay una dirigente comunitaria timorense que se llama María Díaz que respondiendo a las características de su pueblo, eminentemente católico, siempre dice: “Después de Dios, los médicos cubanos”.
José Ramos Horta, presidente de Timor-Leste en el periodo 2007-2012 y Premio Nobel de la Paz (1996) sugirió que la Brigada médica cubana que prestó servicios en su país merecía también el Premio Nobel de la Paz.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone en el año 2014 a la brigada médica cubana de Timor-Leste para el Premio Mahidol de Tailandia, galardón otorgado anualmente por la familia real tailandesa.
Este 2019 se cumplió la promesa del Comandante en Jefe Fidel Castro, Cuba le formó a la isla asiática mil médicos. Diecisiete años después de constituida la República de Timor-Leste se cumple el vaticinio del líder cubano: el que era uno de los países más pobres del mundo es hoy el faro de Alejandría para el sudeste asiático.
Tomado de: Radio Rebelde