Operation Walk: ejemplo de lo que la buena voluntad entre Estados Unidos y Cuba puede lograr
En Cuba, desde 1997 la Operation Walk realiza intervenciones quirúrgicas a pacientes con afecciones ortopédicas de cadera y rodilla. El proyecto fue instaurado en 1994 por el estadounidense Lawrence Dorr, Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Ortopedia y Traumatología (SCOT). Es una organización privada sin ánimo de lucro que ofrece servicios médicos voluntarios en países como: México, Nicaragua, El Salvador, Cuba, Vietnam, entre otros. Se desarrolla mediante plastias articulares, sustituyendo la articulación lesionada por implantes protésicos que posibilitan la pérdida de dolor y restauran la función del miembro.
Cuba fue el primer destino de Operation Walk y hasta la fecha han visitado la Isla en veintiséis ocasiones. “Hemos estado presente en disímiles países del mundo y todos coincidimos en que la estancia en Cuba es maravillosa y es nuestro destino preferido, la amamos”, manifestó el doctor Jared Roberts.
La Operation Walk “es una organización excelsa que lo da todo por servir” expresó el Dr. en Ciencias Alfredo Ceballos Mesa, Profesor Emérito de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y especialista en Ortopedia y Traumatología. La organización está compuesta por setenta personas que conforman un equipo multidisciplinario (médicos generales, anestesiólogos, enfermeras, instrumentistas, ingenieros, técnicos especializados en prótesis, médicos rehabilitadores, entre otros). William Long, cirujano colíder del grupo, asegura que “es necesario trabajar en equipo para lograr un óptimo resultado”.
Desde 1997 hasta el 2017 se habían operado 249 pacientes, a los que les implantaron 267 prótesis. Estas cirugías se realizaron en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) y en el Complejo Científico Ortopédico Internacional Frank País. En noviembre del año en curso estas prácticas quirúrgicas se desarrollaron en el hospital Fructuoso Rodríguez, donde se colocaron 56 prótesis a 44 pacientes, de ellos 12 fueron beneficiados con intervenciones bilaterales. El proceso de recuperación de los pacientes ha sido vertiginoso, en menos de 24 horas consiguen dar sus primeros pasos.
El proceso de selección de los pacientes está descrito internacionalmente, y fue un trabajo conjunto entre el grupo estadounidense y el equipo médico del hospital Fructuoso Rodríguez. Cuba envió a la organización Operation Walk, el historial clínico de cien pacientes que requerían ser intervenidos. Después de un análisis exhaustivo de la documentación remitida, ellos escogieron 80 casos que podrían ser beneficiados.
Una vez en la Habana, se le realizaron exámenes físicos a cada uno de ellos. Se determinaron los pacientes con las mayores probabilidades de recuperarse exitosamente luego de una operación tan compleja, y que además no presentaran ningún otro padecimiento que implicase una complicación en el período post-operatorio.
Operation Walk aporta todo el equipamiento (tecnología de punta) que demanda la realización de este tipo de intervenciones quirúrgicas, el Hospital solo tuvo que garantizar el servicio de banco de sangre, según explicó el Director del Hospital Antonio Raudel Hernández Rodríguez. Al finalizar la estadía del equipo, le donaron a Cuba los recursos que no fueron utilizados, tales como: material gastable, utensilios de anestesia y materiales para las salas de hospitalización.
La medicina cubana tiene muchas potencialidades, la diferencia que existe con la nuestra es meramente tecnológica. Es válido señalar las capacidades que tienen los médicos cubanos de hacer, sin disponer de todos los recursos, si no los tienen ustedes los crean.
Dr. William Lang, miembro del equipo de Operation Walk
Ha sido un intercambio muy próspero y sobre todo, una labor muy humana. El proyecto Operation Walk se preocupa por el bienestar de los pacientes y su vocación humanista está por encima de las barreras que imponen los políticos estadounidenses a las buenas relaciones entre ambos pueblos. La mejor muestra de ese puente de sentimientos la dio Jery Ward, directora ejecutiva: “Mi cabeza está en Los Ángeles, pero mi corazón está en Cuba”.