Los 35 años del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX)

El Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), arriba a su aniversario 35 con notables contribuciones desde la ciencia a la toma de decisiones políticas; al proceso de actualización de la política social del país en cuanto a temas amplios y profundos con una fuerte connotación ideológica; con avances en la educación integral de la sexualidad como parte del trabajo docente e investigativo; y con visibles muestras del quehacer en el ámbito comunitario y comunicacional.

Así nos cuenta su Directora Mariela Castro Espín, al abordar esos resultados que motivan la jornada de celebración de la reconocida institución del Ministerio de Salud Pública (MINSAP). Resalta el empeño en estos años a favor de la atención de los malestares de la sexualidad en toda la población, a través de campañas comunicacionales con mensajes de bien público y de la organización de jornadas de diálogo científico y activismo social en alianza con instituciones de los organismos de la Administración Central del Estado y Organizaciones de la Sociedad Civil.

«Hemos desarrollado coloquios, simposios, maestrías, congresos, diplomados, cursos de posgrados, talleres y sistemáticas publicaciones en nuestra editorial y en las redes sociales, para sensibilizar, informar y contribuir a la educación de la ciudadanía de manera general», agrega, mientras insiste en las iniciativas de capacitación y preparación que fomentan en cuanto a términos y conductas relacionados con los derechos sexuales y para la prevención de las ETS y el VIH, mediante promotores de salud.

Continúa explicando que para ello segmentan las diferentes campañas ya dirigidas a públicos más específicos, «por ejemplo las jornadas “Hablemos de sexualidad; aprender para la vida” que es para niñas, niños, adolescentes y jóvenes; otra dirigida a la “Maternidad y Paternidad responsable: iguales en derechos y responsabilidades“, para toda la población interesada en los temas de la crianza como principios y derechos blindados en la Constitución de la República y en el Código de las Familias; además la que encaminamos a la lucha contra la homofobia y la transfobia en todo el mes de mayo; y por último la que enfrenta las manifestaciones de violencia de género y por los derechos humanos en Cuba, donde intencionamos diseños comunicacionales comunitarios, educativos, siempre con componentes artísticos como herramienta muy valiosa en los actuales escenarios».

En este punto se detiene y explica el impacto de la aprobación y puesta en vigor de la nueva Constitución de la República en el 2019 y de otras normas de alto rango como el “Programa para el Adelanto de las Mujeres”, la “Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar”, el nuevo “Código Penal”, el “Código de Procesos”, el “Del Proceso Administrativo”, junto al “Código de las Familias” y recientemente con la nueva “Ley de Salud“, que se consolidan en el plano legislativo y de políticas públicas con la voluntad del Estado de tolerancia cero ante cualquier forma de violencia de género.

Castro Espín asegura que en este sentido la labor del Centro no abarca solamente a la docencia, a la investigación, al trabajo comunitario y a la comunicación social, sino también a la promoción de los derechos sexuales, el dar a conocer, el explicar qué son y su relación con los derechos humanos y no sólo de las persona LGBTIQ+.

Con especial énfasis señala que en su colectivo también se brindan servicios científico‑asistenciales a los cubanos desde el Sistema Nacional de Salud Pública, donde destacan los de orientación jurídica que desde el 2007 atienden y acompañan a las personas que denuncian o solicitan ayuda ante la vulneración de sus derechos sexuales. «Experiencias con resultados favorables que marcaron la ruta de la Defensoría en la Isla, como esa estructura que actualmente funciona, para beneplácito nuestro, subordinada al Ministerio de Justicia de nuestra nación, en articulación a los restantes organismos y entidades de la Administración Central del Estado, y donde podemos decir que nuestro compromiso y ejemplo fue trascendental en dicha conquista».

Avanzar en la construcción de consenso en Cuba

Para la Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), este aniversario 35 es motivo de festejo para su institución.

Siento que nuestros esfuerzos han sido decisivos en la construcción de consenso en Cuba en temáticas relevantes; por todas las provincias hemos sembrado conocimientos y educación que creemos incidieron en el nivel de participación y aprobación que acompañaron a disposiciones normativas refrendadas en los últimos años.

Particularmente señala cómo la educación de la sexualidad que promueven alcanza indicadores alentadores, ya que se ha instalado por años dentro de la toma de decisiones políticas y en el diseño de leyes, como una clara demostración de los cambios culturales ocurridos en nuestro país, en una sociedad en proceso de transición socialista y donde el CENESEX ha jugado un papel clave.

En esencia, afirma que la misión del Centro se basa en la idea de que «Si no hay cambios culturales no se está contribuyendo a la formación del nuevo sujeto político, del nuevo sujeto transformador de la sociedad, sino esas mismas personas van a repetir los aprendizajes de los sistemas explotadores»; complementa, a la vez que identifica como el desafío más grande del socialismo a esos cambios culturales que llevan a crear una democracia y una economía socialista, con códigos y semióticas de arraigados valores éticos y humanistas.

Manifiesta cómo en estas más de tres décadas desde el CENESEX «trabajamos para desarticular la herencia patriarcal capitalista, que naturaliza y reproduce las desigualdades, los estereotipos de género y las diferentes formas de violencia, abogando por la premisa de que los Estados y Gobiernos deben asumir responsabilidades con la educación de la sexualidad, facilitar elementos de análisis que permitan generar conciencia crítica y la construcción de consensos científicos, políticos, populares, que son indispensables para avanzar en nuestro proceso de transición socialista».

En este camino «nosotros no podemos seguir reproduciendo los mandatos de género patriarcales capitalistas, y uno de los retos más importantes que tenemos desde la educación de la sexualidad que realiza el Centro, radica en cómo ayudar a comprender desde el punto de vista cultural esos mensajes distintivos del proceso, ante la frecuente interpretación subjetiva que observamos de esos componentes culturales en la escuela, en las instituciones, y en las campañas comunicacionales».

En síntesis, Mariela define esta nueva etapa del CENESEX como un período retador y hermoso para sus especialistas y profesionales, cargado de múltiples motivaciones que se instauran como logros hoy en la intervención social, en la atención integral de las personas y en la defensa de un enfoque de desarrollo humano y equidad para todos los cubanos, a 35 años del surgimiento del Centro Nacional de Educación Sexual.

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