Historia del Ministerio de Salud Pública

En el año 1634 se funda la primera organización de la salud pública cubana: el Real Tribunal del Protomedicato de La Habana, que era a su vez la primera organización de la salud pública española. Esta importante organización se consolidó en nuestro país en el siglo XVIII a partir de su reinstalación en 1711 y llegó a poseer un tribunal múltiple en La Habana y fiscales en casi todas las poblaciones de la colonia.

Con la finalidad de auxiliar al Real Tribunal del Protomedicato en sus funciones sanitarias fueron creadas en Cuba a partir de 1807 las Juntas de Sanidad con una Junta Central en La Habana y Juntas Subalternas en las capitales de provincias y otras ciudades del país. La llegada del cólera en 1833, como tercer gran problema del cuadro epidemiológico de Cuba, determina el cierre del ya obsoleto Real Tribunal del Protomedicato de La Habana y su sustitución por otras 2 organizaciones de salud, la Junta Superior Gubernativa de Medicina y Cirugía y la Junta Superior Gubernativa de Farmacia, las que solamente duraron 10 años y cuyas funciones quedaron incorporadas a las Juntas de Sanidad.

Otra importante organización de la salud pública que surge como consecuencia de la llegada del cólera a Cuba es la constituida por las Juntas de Beneficencia y Caridad, que limitan el control de la iglesia en la atención médica hospitalaria y le dan a ésta un carácter mucho más científico que de actividad caritativa.

Con estas 2 grandes ramas, la de las Juntas de Sanidad, encargadas de las acciones epidemiológicas y la de las Juntas de Beneficencia, de la atención hospitalaria, llega la organización de la salud pública en Cuba hasta el final de la dominación española. En 1825, se pone en práctica el primer modelo estatal de atención primaria en Cuba con el nombre de Facultativo de Semana, el cual dependía de la Junta Superior de Sanidad y que se mantuvo como tal hasta 1871, en que se cambia por el de Casas de Socorro, que sobrevivió hasta el inicio del Período Revolucionario Socialista.

Al quedar instaurada la república burguesa el 20 de mayo de 1902, fue nombrado Secretario de Gobernación el doctor Diego Tamayo Figueredo, una de las más importantes figuras de la medicina cubana. El 28 de enero de 1909, al restablecerse la República y ponerse en vigor la nueva Ley Orgánica del Poder Ejecutivo, entra en funciones la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, primer Ministerio de Salud Pública del mundo, cuya creación respondía exclusivamente al desarrollo histórico de la salud pública en el país y a las ideas avanzadas en materia salubrista de la Escuela de Higienistas Cubanos de principios de siglo.

Válido señalar que desde la primera mitad del siglo XIX comienzan a fundarse en nuestro país casas de salud privadas en las que los facultativos podían brindarle, a los miembros de las capas sociales más adineradas, los recursos del desarrollo de las ciencias médicas que era imposible ofrecerles en sus hogares. En la segunda mitad del propio siglo XIX, las asociaciones regionales españolas de ayuda mutua fundan también casas de salud, que en su conjunto, constituyen un sistema nacional de salud mutualista, que como el privado, aumenta su poder en el presente siglo. Estos 2 llamados sistemas de salud privado y mutualista, tienen a su cargo con el sistema nacional de salud estatal, elevado a categoría ministerial, la atención médica primaria y secundaria de nuestra población, dividida en clases sociales, durante todo el Período Republicano Burgués, pero sólo el estatal se encargaría de las acciones de higiene y epidemiología.

Luego del triunfo revolucionario del 1ero de enero de 1959, se da un gran paso de avance en la integración del Sistema Nacional de Salud Único al promulgarse la Ley No. 959 en agosto de 1961, la cual señala al Ministerio de Salud Pública como rector de todas las actividades de salud del país, incluyendo las de las unidades privadas y mutualistas. Por Decreto Ministerial de diciembre de 1962 quedan integradas las unidades privadas y mutualistas en la Empresa Mutualista, organización dependiente del Ministerio de Salud Pública, pero que conservaba su estatus de autonomía.

El propio desarrollo que va tomando el carácter estatal de la salud pública cubana hace que, en forma paulatina, las unidades de la Empresa Mutualista se vayan convirtiendo en hospitales u otros tipos de instituciones estatales, según sus condiciones o las necesidades del momento, para pasar de 226 unidades existentes en 1961, poco antes de constituirse la empresa, a 27 en 1968, las que ya en la segunda mitad de 1969 se incorporaron, casi en su totalidad, al Ministerio de Salud Pública, para hacerlo la última, el histórico Centro Benéfico Jurídico de Trabajadores de Cuba, en septiembre de 1970. Llega así al establecimiento del primer Sistema Nacional de Salud Único e Integral en la historia de nuestro país y del continente americano; quedaba preparado el camino para continuar su perfeccionamiento y desarrollo.

Al comenzar la década de los años 80 el desarrollo en extensión del Sistema Nacional de Salud Único permitió iniciar una etapa más ambiciosa (por lo costosa) que las anteriores. En ella se va a acumular y desarrollar en Cuba una destacada experiencia en el empleo de las técnicas más avanzadas a escala mundial. Pero lo que quizás constituya la medida más importante para el desarrollo del Sistema Nacional de Salud Único en esta etapa lo es la implantación del tercer modelo de atención médica primaria del período revolucionario o médico de la familia, precedido en el tiempo por los modelos del Policlínico Integral y del Policlínico Comunitario, con el que se tiende a dispensarizar acciones preventivas curativas y de promoción de salud a la totalidad de la población del país y el cual, iniciado experimentalmente en 1984, al final de la etapa ya cubría casi la mitad de los habitantes del archipiélago cubano.

 La crisis económica iniciada en la década del 90, interrumpe el desarrollo del Sistema Nacional de Salud Único en su tercera etapa y da paso a una cuarta caracterizada principalmente por las dificultades económicas para la obtención de equipos, materiales médicos, materiales y medicamentos de toda clase en los mercados capitalistas, pero que se ha singularizado también por la lucha denodada de nuestro pueblo y su dirección revolucionaria por preservar las conquistas logradas en el campo de la salud pública, y por continuar su desarrollo en condiciones de crisis económica profunda.

Así no ha dejado de funcionar ninguna de las unidades del Sistema Nacional de Salud del país, y se ha continuado extendiendo el modelo del médico de la familia en toda la isla.

 

-Etapas del desarrollo de la Salud Pública revolucionaria cubana: una propuesta de periodicidad. Cuad Hist Salud Pública [online]. 2006, n.99. ISSN 0045-9178.

-DELGADO GARCIA, Gregorio. Desarrollo histórico de la salud pública en Cuba. Rev Cubana Salud Pública [online]. 1998, vol.24, n.2, pp.110-118. ISSN 0864-3466.

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