Situación epidemiológica en Cuba: prevención, control y participación comunitaria

Cuba enfrenta hoy una situación epidemiológica particularmente compleja debido al aumento de casos de dengue y la introducción del virus de chikungunya, enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti. La doctora Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, destacó que el país atraviesa un periodo de incremento de estas afecciones, agravado por las condiciones ambientales en varios territorios.
En conferencia de prensa, explicó que el dengue, endémico en Cuba, presenta casos durante todo el año, pero la situación se complica con la circulación del chikungunya, un virus que provoca fiebre alta e inflamación severa de las articulaciones, afectando la movilidad de los pacientes. “Aunque el chikungunya no suele presentar formas graves como el dengue, su evolución puede extenderse hasta 90 días, generando molestias significativas”, subrayó.
La transmisión del virus se ha confirmado actualmente en provincias como La Habana, Cienfuegos, Granma, Guantánamo, Villa Clara, Artemisa, Matanzas y Holguín, mientras que el dengue circula en 12 territorios, con mayor riesgo en zonas históricamente vulnerables, apuntó.
En cuanto a la atención médica, la doctora Peña García explicó que el protocolo nacional se activa ante cualquier síndrome febril inespecífico y que “los pacientes son ingresados en sus domicilios o en hospitales, según su condición clínica, y se les realizan pruebas serológicas al sexto día para confirmar el diagnóstico”.
Este enfoque —agregó la viceministra— permite diferenciar entre dengue y chikungunya, ya que, aunque ambas enfermedades comparten síntomas iniciales, su evolución y tratamiento son distintos. Además, se ha hecho especial énfasis en la vigilancia epidemiológica, con pruebas de PCR en tiempo real en áreas donde se detectan nuevos brotes, lo que permite confirmar rápidamente la presencia del virus y tomar medidas inmediatas para contener su propagación.


En la sede del MINSAP, ponderó que, a pesar de las limitaciones de recursos, como la escasez de combustible para fumigaciones masivas, se han adaptado iniciativas puntuales en el control de brotes en determinadas localidades.
Para enfrentar esta situación, el Ministerio de Salud Pública ha implementado una estrategia integral que incluye fumigación en los barrios afectados, abatización, eliminación de criaderos de mosquitos y acciones de ordenamiento ambiental. En ese sentido, detalló que Cuba cuenta con los recursos necesarios, como insecticidas y abate, para llevar a cabo acciones efectivas en las áreas donde existe transmisión activa de enfermedades como el dengue y el chikungunya, “medidas que buscan reducir la población del mosquito vector, el Aedes aegypti, y cortar la cadena de transmisión”.


En esa línea, detalló la viceministra, la estrategia requiere una acción mancomunada entre el sector salud, los organismos, las organizaciones de masas y la comunidad organizada.
De igual manera enfatizó que, si se realiza un tratamiento adulticida correcto, como una fumigación adecuada, y se mantiene la vivienda cerrada durante al menos 45 minutos, se puede evitar la presencia del mosquito dentro del hogar. Además, si no existen focos que generen vectores dentro de la vivienda, se corta la posibilidad de transmisión de la enfermedad. Asimismo, se ha hecho un llamado urgente a la población para que acuda al médico ante cualquier síntoma febril, colabore con las acciones de control y mantenga el orden en sus comunidades.
La viceministra reiteró que la participación activa de todos los sectores de la sociedad es clave para cortar la cadena de transmisión de estas enfermedades y proteger la salud colectiva. “La salud comienza en casa”, recordó, instando a la población a tomar medidas preventivas en este contexto, donde la disciplina colectiva y la responsabilidad individual son fundamentales para superar el desafío epidemiológico en la Mayor de las Antillas.
Autora: Isabel Díaz González