El inmenso orgullo de pertenecer al IPK

La doctora María Guadalupe está considerada como una de las voces autorizadas a nivel mundial en la virología médica y, de manera particular, en el conocimiento del dengue.
Laureada con numerosos premios nacionales de la Academia de Ciencias y del Ministerio de Salud Pública, la doctora en Ciencias Médicas María Guadalupe Guzmán Tirado mereció recientemente el Título Honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

Considerada con justeza el rostro femenino de la virología cubana, por sus múltiples aportes a esa especialidad, afirma que recibió el alto galardón con suma humildad y, sobre todo, como un compromiso para seguir adelante.
🇨🇺 La Dra. María Guadalupe Guzmán, o simplemente Lupe, es símbolo de consagración, ciencia y amor por la #Salud.
— José Angel Portal Miranda (@japortalmiranda) June 20, 2025
Su labor desde la Medicina y la investigación honra a #Cuba y enaltece la obra de nuestra Salud Pública ante el mundo.
¡Gracias por tanto!https://t.co/CxUqYffrFV pic.twitter.com/wRkuNeLtV5
«Para mí tiene una significación especial porque representa el reconocimiento a la labor de un colectivo científico que he dirigido por muchos años, el mayor estímulo para continuar trabajando con los jóvenes, que son nuestro relevo, e inculcarles el amor hacia la profesión y el interés por impulsar el desarrollo de la virología y la microbiología en el país.
«No puedo dejar de evocar al profesor Gustavo Kourí, mi mentor, mi compañero en la vida, con quien forjé una linda familia. A él le debo gran parte de los resultados que he logrado en mi carrera profesional. A su lado crecí como científica.
«Hay alguien que merece este reconocimiento tanto como yo, mi mamá. Siempre he contado con su amor y apoyo incondicional en las circunstancias más difíciles. Desde niña me hizo comprender la importancia de estudiar y ser una mujer independiente. Para ella mi gratitud infinita».
Nacida en La Habana, el 19 de enero de 1952, la doctora Lupe, así la llaman sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, es autora de más de 400 artículos científicos y editoriales, seis patentes de invención y 20 capítulos de libros.
Está considerada una de las voces autorizadas a nivel mundial en la virología médica y, de manera particular, en el conocimiento del dengue. Académica de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba, y de la Academia de Ciencias del Mundo en Desarrollo (twas), presidió la hoy denominada Red de Laboratorios de Arbovirus de las Américas, coordinada por la Oficina Panamericana de la Salud (ops), entre 2010 y 2018.
Asimismo, integró el Comité Asesor de Vacunas para Dengue de la Organización Mundial de la Salud (oms), institución que en 2021 la incluyó en el grupo científico asesor sobre el origen de nuevos patógenos, como fue el caso del coronavirus sars-cov-2, causante de la covid-19.
Fue una de las cinco mujeres galardonadas en 2022 con el Premio Internacional La Mujer y la Ciencia, que otorga la Fundación L’Oreal y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En su caso particular, se convirtió en la primera científica de la región del Caribe en recibir tan distinguido lauro.

Según el comunicado emitido entonces por la Unesco, la investigadora cubana mereció el galardón por sus aportes mundiales en el conocimiento del dengue, sus síntomas, tratamiento y prevención.
TRAUMÁTICO COMIENZO
Luego de graduarse de la carrera de Medicina, en diciembre de 1975, la doctora Guadalupe Guzmán cursó las especialidades de Microbiología y Virología, en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), hasta que, en septiembre de 1980, pasó a trabajar en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
Con apenas 29 años, ocupó la jefatura del Laboratorio de Arbovirus. Sus inicios allí no pudieron ser más complicados.
Transcurrían los días finales de mayo de 1981 y el gran reto para la ciencia cubana era identificar el virus que estaba ocasionando aquella rara y angustiante epidemia, de lo que después se conoció como dengue hemorrágico, causante del fallecimiento de 158 cubanos, de ellos 101 niños.
«No sabíamos, al principio, a qué nos enfrentábamos ni por qué aparecían tantos casos graves, con cuadros hemorrágicos. Se propagó de manera muy rápida en todo el país, al extremo de afectar a unos 344 200 pacientes en poco más de cuatro meses.
«Esa batalla fue mi gran escuela, me hizo crecer como viróloga y persona. Si bien fueron jornadas de mucha tensión y desvelos, tuve el inmenso privilegio de participar en el aislamiento e identificación del virus dengue tipo 2, al lado de dos eminentes figuras de la ciencia y la medicina cubana, los doctores Pedro Más Lago y Gustavo Kourí Flores».
Más allá de su reconocido trabajo en esa especialidad, la doctora Guadalupe Guzmán dirige desde hace ocho años el Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia (CIDR), del IPK, que integra los laboratorios nacionales de referencia de virología, bacteriología y micología, parasitología, entomología y control de vectores, además de los departamentos de investigaciones farmacológicas, entre otros.
El CIDR, detalló, cuenta hoy con cinco maestrías, cuatro de ellas acreditadas de excelencia y una certificada, además de un centro colaborador ops/oms para la eliminación de la tuberculosis.
«Este 2025 empezamos a introducir tecnologías de avanzada para el desarrollo de investigaciones en epigenética y proteómica».
A la altura de sus 73 años, la también Profesora Titular de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana pide a la vida que le permita continuar con salud para seguir aportando en favor del progreso de la virología cubana y disfrutar del amor de su hijo y de sus nietos, los grandes amores de la reconocida científica.
«Hoy la especialidad se encuentra en plena etapa de desarrollo, pero con la solidez y conocimiento suficiente para afrontar grandes retos de salud, como lo fue la covid en su momento.
«Nuestro departamento en el IPK cuenta con un soporte tecnológico moderno, con personal calificado y otros en formación, con experiencia en el diagnóstico y manejo de epidemias. Recientemente, hemos regionalizado nuevos diagnósticos moleculares para otros virus respiratorios, varios arbovirus y las infecciones de transmisión sexual, por mencionar algunos ejemplos».
La fortaleza principal del CIDR y del IPK radica en la calidad humana y profesional de las personas que allí trabajan, en su disposición y entrega permanente, la preparación científica y la incondicionalidad para enfrentar cualquier emergencia sanitaria en el campo de las enfermedades infecciosas. Es una enorme satisfacción ser parte de tan maravilloso colectivo; no concibo mi vida sin ellos, resaltó la doctora Guzmán Tirado.
Fotos: Minsap y tomadas de internet.