Los médicos cubanos son orgullo de la nación (+Audio)

¿Qué hay detrás del ataque quirúrgico que emprende la nueva administración de EE.UU. contra la Salud Pública cubana y en particular contra la exportación de servicios médicos? El episodio No. 27 del pódcast Desde La Presidencia, conducido por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aborda la verdad que la Casa Blanca quiere sepultar bajo su mendaz campaña. Participaron en el programa, el ministro de Salud Pública, Dr. José Ángel Portal Miranda; el secretario general de la Cruz Roja Cubana, Dr. Carlos Ricardo Pérez, y el Dr. Luther Castillo, ministro hondureño y graduado de la ELAM. 

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¿Qué hay detrás del ataque quirúrgico que emprende la nueva administración de Estados Unidos contra la Salud Pública cubana y en particular contra la exportación de servicios médicos? ¿En qué consiste ese ataque? ¿Qué hacen y qué aportan estos servicios al país y al mundo?

El pódcast Desde La Presidencia, propuesta comunicativa del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, aborda ahora, en su episodio No. 27, la verdad que la Casa Blanca quiere sepultar.

Cuando ha bloqueado prácticamente todos los accesos de Cuba a mercados y recursos financieros que resultan indispensables a cualquier economía, que el imperialismo apunte de manera particular a la exportación de servicios médicos, es — y no es secreto—que están conscientes de que la formación y entrenamiento del personal de la Salud es una fortaleza de la sociedad cubana, denunció el Jefe de Estado en su programa para las redes sociales, que ahora, para recibir comentarios, dudas y sugerencias cuenta con el correo desdelapresidencia@presidencia.gob.cu.

El mandatario conversó esta vez con el ministro de Salud Pública, Dr. José Ángel Portal Miranda; el colaborador y secretario general de la Cruz Roja Cubana, Dr. Carlos Ricardo Pérez, y el Dr. Luther Castillo, ministro en el gabinete de la presidenta hondureña Xiomara Castro y graduado de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).

Foto: Estudios Revolución

El pódcast se dirigió ahora a la disección del discurso de la campaña anticubana sobre el tema, que es —explicó Díaz-Canel— muy básico. Entre sus tópicos están, por ejemplo, que los servicios médicos cubanos en el exterior son “trabajo esclavo”, “el Gobierno no les paga” y con ellos “el Gobierno se enriquece”.

Minar «o intentar contaminar medios tradicionales y redes sociales con esos mensajes, es solo una parte del cínico plan que la ultraderecha de origen cubano, ha concebido», señaló el Presidente.

Recordó a propósito la gira que el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, hizo recientemente por la región con el declarado objetivo de romper contratos y compromisos de los gobiernos caribeños con Cuba en esa materia.

LO QUE SÍ TIENEN LAS BRIGADAS CUBANAS

«¿Qué tienen las brigadas médicas cubanas que molestan tanto al gobierno norteamericano?», fue la pregunta inicial que hizo el Presidente cubano al titular del Minsap, el Dr. José Ángel Portal Miranda, quien explicó la estructura de la cooperación internacional en Salud, su historia, resultados y el uso que se le da a los recursos financieros obtenidos.

Refirió en primer término el indiscutible reconocimiento internacional que tienen nuestro colaboradores. Y no solo por la preparación de nuestros profesionales de la salud de manera general, sino por lo que han logrado transmitirle al mundo en materia de solidaridad, de acompañamiento, de cómo lograr una verdadera salud para los pueblos, comentó el Ministro.

Foto: Estudios Revolución

También está —explicó— el aporte que nuestra cooperación internacional puede dar a la sostenibilidad del sistema de Salud cubano, servicios que aquí son gratuitos, pero que cuestan al Estado, y requieren de recursos en divisas.

Pero lo cierto es, añadió Portal Miranda, que la historia de nuestra colaboración médica con el mundo es de muchos años, desde el inicio de la Revolución, y eso tiene mucho que ver con los principios de solidaridad en los cuales nos hemos formado y es una cooperación que incluso está en la Constitución de la República.

En 1960 —recordó— los médicos cubanos llegaron a Chile, y de aquí se enviaron equipos y se enviaron recursos; pero aquella ayuda no se consideró como la primera misión, que sería la de Argelia en 1963, cuando el 23 de mayo arribó la primera brigada permanente.

Posteriormente, Cuba inició la formación de profesionales tanto aquí como el exterior, y fue ampliando su colaboración médica, paulatinamente, a África, América Latina y el Caribe, y otras regiones de manera gratuita, basada en la solidaridad internacional, ayudando a los países que más los necesitaban y como parte del principio que siempre nos enseñó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de compartir lo que tenemos.

Durante todos estos años, más de 605 000 trabajadores de la Salud (muchos lo han hecho varias veces, pero cada misión se cuenta como una) han cooperado en 165 países, donde han prestado más de 2 300 millones de consultas. Y en este momento estamos en 56 países, con más de 24 000 colaboradores. La cooperación médica en estos años también incluye la formación de más de 87 980 estudiantes de 150 países, dentro y fuera de Cuba, incluyendo 31 236 en la ELAM.

Nuestra colaboración médica, resumió el Ministro de Salud, tiene una historia, una historia larga. En los años 90, tras los huracanos George y Mith, ese espíritu solidario nos llevó a Centroamérica, donde en 1998 comenzó el Programa Integral de Salud; en los primeros años de este siglo iniciamos las misiones Barrio Adentro en Venezuela; la Operación Milagro, que hasta el momento le ha devuelto la vista a más tres millones de personas.

En 2005, tras el paso del huracán Katrina, surgió el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, cuyas primeras brigadas estuvieron listas y preparadas para salir hacia los lugares más afectados por ese huracán y que de haber ido hubieran salvado miles de vida, pero el gobierno de Estados Unidos no aceptó esa ayuda.

Otro hito es el enfrentamiento al Ébola. Cuando muchos países solo estaban dispuestos a aportar solo dinero, nosotros estuvimos allí con más de 260 cooperantes en tres naciones, nuestros especialistas expusieron sus vidas ante una enfermedad poco conocida para salvar a muchas personas en los países afectados.

También podemos hablar, más reciente, del enfrentamiento a la COVID-19; 58 brigadas de la Henry Reeve marcharon a 42 países, incluyendo naciones europea que fueron epicentro de la pandemia y pidieron nuestra ayuda; estuvimos allí mientras hizo falta.

De la cooperación médica cubana, recordó Portal Miranda, no solo participan médicos, también hay muchas enfermeras, estomatólogos, operarios de vectores, electromédicos y tecnólogos de las diferentes ramas, trabajadores de servicio.

Es todo un esquema que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a considerar al Sistema Nacional de Salud y la cooperación médica cubana como un referente para el mundo. Y no solo —abundó— hemos estado en países amigos, también hemos brindado servicio en naciones con las que incluso no teníamos relaciones diplomáticas.

Foto: Estudios Revolución

Y es todo eso —reflexionó el Ministro— lo que molesta a quienes hacen esas campañas contra la colaboración médica cubana: el ejemplo que somos capaces de dar; el reconocimiento que tiene de los gobiernos donde se presta esa cooperación, de los profesionales de esas naciones y, en especial, de la población de esos países.

Nuestros médicos—significó— a veces son los únicos que manejan los hospitales a donde no van otros profesionales; muchas veces son los únicos que brindan servicio a poblaciones enteras que de otra forma no los tendrían en las regiones donde viven.

QUE USO SE LE DA A LAS DIVISAS POR COLABORACIÓN MÉDICA

Al ser preguntado por Díaz-Canel sobre el uso que se le da a los ingresos en divisas que se obtienen por la colaboración médica, el titular del Minsap explicó que se destinan fundamentalmente al sistema cubano de salud, a atender a nuestra población.

A veces, como usted ha explicado Presidente, el país se ha visto apretado, y para respaldar la leche de los niños, una cantidad de combustible, se emplean, pero fundamentalmente esos ingresos van para el sector de la salud y para cubrir las necesidades en divisas que requiere el sistema para sostenerlo de manera gratuita.

Para sostener esos servicios —recalcó el Ministro— se requiere de un porciento de divisas, pero esto no cubre todo lo que se necesita, por lo que el Estado dedica el 26 por ciento de su PIB a la Salud.

En este punto del diálogo, Díaz-Canel recordó que parte de los ingresos que se reciben por la exportación de servicios médicos, en la compleja situación que atraviesa el país, también ha obligado a usarlos para la compra de medicamentos y para apoyar la canasta básica, incluso para apoyar al sector energético.

«No hay dudas —reflexionó el mandatario— de que esa campaña desesperada por bloquear la cooperación cubana tiene dos propósitos claros: cerrar cualquier vía de acceso de ingresos al país hasta en una actividad tan noble y necesaria a otras naciones como son los servicios de Salud.

«La otra razón es política e ideológica: quieren barrer con el ejemplo de Cuba. Y apelan a métodos tan inmorales como es la amenaza a todo funcionario extranjero que se relacione con esa actividad».

Son maniobras frescas, como las que protagonizó días atrás Marco Rubio, las cuales, sin embargo, han tenido, señaló Díaz-Canel,respuestas dignas como las que recibió en el Caribe, momento en el cual también fueron reproducidos por el podcast los pronunciamientos de varios dirigentes caribeños en defensa de la cooperación en Salud de la Mayor de las Antillas.

«ESCLAVOS» DE LA SOLIDARIDAD Y EL AMOR POR LA HUMANIDAD

En el desarrollo del nuevo episodio del pódcast Desde La Presidencia, dio testimonio el doctor Carlos Ricardo Pérez, quien ha dirigido importantes instituciones médicas en el país, se desempeña actualmente como secretario general de la Cruz Roja Cubana, y ha cumplido más de una misión, tanto solidarias como las concebidas con pagos por cooperación.

Sobre las campañas que hablan de que los trabajadores de la salud cubana están siendo esclavizados, de que la colaboración médica es trata de personas, respondió que «llamar esclavos a un hombre libre es ofensivo, irrespetuoso».

Para responder a estas ofensas, baste recordar, dijo, el Juramento Hipocrático, ese que firman los médicos y en el que se comprometen a desempeñar su oficio con conciencia y dignidad, a poner entre sus primeras preocupaciones la salud y la vida del enfermo, y a mantener el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica.

Foto: Estudios Revolución

El destacado galeno explicó cómo se integran las brigadas médicas; cómo se establecen los contratos, los estipendios que reciben en el exterior por sus servicios, el depósito en Cuba de los devengos por la cooperación, el respeto al salario que reciben mensualmente en sus centros de salud y el respeto al cargo que ostentaban antes de salir hacia el exterior.

Conversó sobre el significado, en el orden personal, de aportar al país financieramente para el sostenimiento del sistema de Salud y de otras actividades vitales para el funcionamiento de la sociedad. E hizo énfasis en la filosofía solidaria en la que se forman los médicos cubanos.

A propósito de las palabras del Dr. Carlos Ricardo Pérez, el Presidente de la República enfatizó que ante estos testimonios, los enemigos de la Revolución no acaban de interiorizar la vocación de servicio, desprendimiento, altruismo, que está en la base misma de las profesiones vinculadas a los servicios de Salud.

«La Escuela cubana de Medicina está guiada por los más hermosos valores humanos. Y los enemigos de Cuba están apostando al egoísmo, al individualismo, a lo peor del ser humano», sentenció.

«En el caso de las misiones nuestras —añadió—, no se trata solo de valores sembrados y defendidos por la Revolución. Se trata de valores consustanciales a la Medicina, que se desprenden del profundo sentido ético del llamado juramento hipocrático».

Y en nuestro caso, a esa ética universal de los trabajadores de la Salud, se añade —apuntó Díaz-Canel— el hecho singular de que somos un país donde no hay que pagar, como en otros países, por una matrícula en carreras de las Ciencias Médicas, aquí pueden acceder a ellas todos los cubanos en pie de igualdad; lo mismo el hijo de un empresario que el de un campesino, un obrero o una madre soltera y familias con pocos recursos.

Foto: Estudios Revolución

Al conversar sobre las misiones médicas, el Jefe de Estado invitó a compartir sus experiencias al médico hondureño Luther Castillo, garífuna (comunidades descendientes de africanos y pueblos originarios de varias regiones del Caribe), ministro en el Gobierno de Honduras y graduado de la ELAM.

Luther hizo una sentida valoración de la cooperación cubana en Salud y en la formación de personal médico de los países del Sur Global e incluso de Estados Unidos.

OBRAS SON AMORES

«Si algo ha durado tanto como el bloqueo, es la cooperación cubana en Salud. Por más de 60 años, han prestado servicios en 165 países, atendiendo a millones de personas y salvando vidas en situaciones de emergencia y desastres naturales», señaló el Presidente en el cierre del nuevo episodio del pódcast Desde La Presidencia.

«Y en la mayoría de los casos —dijo—, no solo se brindó esa cooperación de forma gratuita mientras pudimos, sino que se garantizó su continuidad, formando escuelas para la preparación de los recursos humanos locales».

«Un gobierno interesado en las ganancias —señaló—, no formaría profesionales para que les haga la competencia. Un sistema de Salud que se mire como negocio, jamás se habría involucrado (como no se involucraron otros) en crisis humanitarias como la epidemia de ébola o la pandemia de COVID-19, fuera de sus fronteras.

«El amplio reconocimiento alcanzado por la medicina y la enfermería cubana, lo mismo en pequeñas comunidades que en gobiernos locales de los cinco continentes, no se debe precisamente a la publicidad, que solo es intensa cuando se intenta desprestigiarla.

«Obras son amores. Y mentiras no matan verdades tan poderosas como la noble misión de las brigadas médicas cubanas», agregó Díaz-Canel, porque —dijo— esa obra «solo nos provoca sentimientos de orgullo y agradecimiento. Es la obra de un genio humanista como el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien consideró la colaboración médica cubana como un ejemplo de solidaridad y humanismo genuinos». «Los médicos cubanos —conceptualizaría— son el orgullo de la nación y de muchas naciones del mundo».

«Contra ese formidable muro de dignidad y profesionalidad probada, se estrellarán las maniobras de Marco Rubio y Claver Carone y las mentiras de quienes sirven a sus criminales planes, como en 1961 se estrellaron contra el heroísmo cubano los invasores de Playa Girón».

Tomado del sitio de la Presidencia

Autor: René Tamayo León
 

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