Sistema Nacional de Salud de Cuba ante la discapacidad auditiva
A nivel global, la discapacidad auditiva representa el 6,1 % de la población, con más de 466 millones de personas afectadas, de ellos 34 millones (9 %), son niños, por lo cual se considera el problema de salud más frecuente en la población infantil. Se calcula que para el 2050 más de 900 millones de personas, es decir, una de cada diez, padecerá pérdida de audición.
En Cuba están registradas 52 mil 660 personas con discapacidad auditiva, para una tasa de 4,7 por mil habitantes, de ellos 3 mil 271 son menores de 18 años (tasa 1,4), 16 mil 275 en el grupo de 19 a 59 años de edad (tasa 2,5), 30 mil 123 adultos mayores (tasa 13,2) y 2 mil 991 Sordociegos (tasa 0,26)[1].
El país cuenta con un Programa Nacional de Atención a las Personas con Discapacidad Auditiva conformado por una red de 37 servicios de Otorrinolaringología – Audiología, de ellos 19 en hospitales pediátricos y 18 en hospitales de adultos. Además, cuenta con 16 centros auditivos (uno en cada provincia), 421 servicios de rehabilitación a nivel de policlínicos que representa el 93% del total de estas instituciones; un servicio especializado de implante coclear y cirugías complejas de oído, dos laboratorios de fresado del hueso temporal en La Habana y Camagüey para la formación de especialistas en Otocirugía.
Se integra a esta red el Centro Nacional de Neurociencias de Cuba (CNEURO) con investigaciones, equipos para el pesquisaje y diagnóstico, confección de moldes y prótesis auditivas, así como el Ministerio de Educación con los 15 centros de recursos y apoyo que logran la estimulación y rehabilitación auditiva.
Laboran en estos servicios 535 médicos especialistas en Otorrinolaringología, 65 de ellos están dedicados a la Audiología, 708 Licenciados, 386 técnicos en Logofonoaudiología, 42 en pruebas auditivas, 21 en moldes auditivos y 18 en reparación de prótesis auditiva. Estudian la Especialidad de Otorrinolaringología 151 residentes.
[1] Tasa X 1000 habitantes de la edad. Población atendida por el médico de la familia según registro dispensarizado 2020.