Último domingo de enero: un día para reflexionar y actuar
El Día Mundial de lucha contra la Lepra se conmemora anualmente el último domingo de enero. Su objetivo es generar conciencia global sobre la enfermedad y movilizar apoyo para la acción.
La jornada de este año, coincide con el Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD), hoy 30 de enero, donde entre otras, está incluida la lepra. La “Estrategia Mundial de Lepra 2021–2030” de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se centra en interrumpir la transmisión y lograr cero casos autóctonos. Esta estrategia es una de las que sustenta la hoja de ruta de la OMS para las ETD 2021–2030 y contribuye de manera significativa al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs).
La lepra o enfermedad de Hansen es una enfermedad infecciosa curable causada por el bacilo Mycobacterium leprae. A pesar de lo que se piensa, la enfermedad es difícil de contraer, y la mayoría de las personas nunca la desarrollan, aunque se expongan a los bacilos de la lepra.
No obstante, en Cuba, se notifican cada año casos nuevos de la enfermedad, incluso niños. A pesar de su difícil contagio la lepra representa un desafío para muchos países por las manifestaciones de estigma y discriminación que la acompañan y que han jugado un papel importante en la historia de la enfermedad. Superarlos es importante para llegar a la meta de cero casos de lepra.
En este sentido la campaña “Unidos por la Dignidad”, propuesta por la OMS este año, hace un llamamiento para honrar la dignidad de las personas que han padecido y padecen lepra, así como sus familiares.
Las estadísticas globales publicadas por la OMS en septiembre del 2021 y que se corresponden al año 2020, revelaron un descenso de nuevos casos del 37% con relación al año anterior. Esto se debe, en gran medida, a que en muchos países las acciones de búsqueda activa de casos y tratamiento se han visto alteradas por la pandemia.
En Cuba, a pesar que la lepra no ha sido olvidada, solo se reportaron 81 nuevos enfermos en el año 2021, lo que refleja un descenso del 29,5%. Estas cifras nos retan a estar muy alertas, para no dejar que la enfermedad pase desapercibida en medio de la pandemia de la Covid-19. Debemos garantizar que no se descuiden las necesidades de las personas afectadas por la enfermedad e involucrarlas, con su experiencia, en los procesos de identificación de casos.
Un mundo con cero infección, enfermedad, estigma y discriminación relacionados con la lepra, es posible.
¡Juntos debemos actuar!