Programa del Médico y la Enfermera de la Familia: pilar esencial del Sistema Nacional de Salud

«La gestión y la calidad del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia son objeto en la actualidad de la implementación de una estrategia de perfeccionamiento, que no solo proyecta transformaciones organizativas, sino también en las rutinas médicas, con el propósito de mejorar cada vez más la atención a la población en las comunidades», aseguró el ministro de Salud Pública de Cuba, doctor José Angel Portal Miranda, en reunión encabezada por el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández, como parte del seguimiento parlamentario a los acuerdos del Cuarto Periodo Ordinario de Sesiones en su X Legislatura.

Al presentar los principales elementos que distinguen la actualización que se realiza a ese trascendental Programa, Portal Miranda destacó la consagración y la sensibilidad con que los han asumido los profesionales, sin renunciar a sus conceptos fundacionales.

En el encuentro, llevado a cabo en la última jornada de los chequeos parciales de las comisiones permanentes de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Ministro de Salud Pública informó a los diputados acerca de las acciones que se han ido implementado teniendo en cuenta la comprobación realizada en todo el país, así como los debates y recomendaciones que sobre este importante tema se hicieron en la Comisión de Salud y Deporte en diciembre de 2024.

Como un eje estratégico y pilar esencial del Sistema Nacional de Salud, calificó Portal Miranda, también diputado por el municipio Contramaestre en Santiago de Cuba, al Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, a la vez que resaltó los retos de esta «profunda actualización para responder a los desafíos actuales del país».

En este sentido detalló cómo este proceso, que involucra a directivos, médicos y personal de enfermería de todo el territorio nacional, se proyecta en pos de mejorar la calidad y sostenibilidad de los servicios, así como para incrementar la satisfacción de los pacientes.
En sus valoraciones, el Ministro destacó que el impacto de la COVID-19 obligó a priorizar dentro del Sistema Nacional de Salud, la atención de las necesidades emergentes, a la vez que también impulsó la transformación del Programa y el quehacer de los profesionales en los consultorios, siempre con la mirada puesta en el beneficio del pueblo.


Portal Miranda mencionó la impronta de definir, en este contexto, premisas generales para el funcionamiento de los equipos básicos de Salud, adaptándose a las realidades de cada territorio y respaldando la continuidad de los servicios sanitarios. «El consultorio es el escenario más importante para garantizar la Atención Primaria de Salud», afirmó.

Como parte del debate, donde participaron, además, miembros de comisiones de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular,  delegados de circunscripción, y otros representantes de los gobiernos locales, junto a directivos del Ministerio de Salud Pública, Esteban Lazo destacó la relevancia y el sentido humanista de este Programa, como conquista de la Revolución, concebido e impulsado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Reflexionó posteriormente sobre la atención a los trabajadores del sector, la calidad de los servicios a la población, la participación comunitaria, la necesaria  intersectorialidad y el control popular, como parte de las acciones de transformación de las problemáticas sanitarias al interior del consejo popular, entre otros aspectos que tienen relación con la medicina familiar en la Mayor de las Antillas.

Casi al cierre, al intervenir la doctora Cristina Luna Morales, al frente de la Comisión de Salud y Deporte del legislativo, dijo que estas medidas contribuyen, sin duda, a que el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia se consolide como un pilar fundamental de la Salud Pública cubana, reafirmando su compromiso con la mejora y  eficiencia de los servicios.

El intercambio, realizado en el Salón Baraguá, del Capitolio Nacional, sirvió de espacio para reconocer  la entrega, la dedicación y el compromiso de los trabajadores de batas blancas con nuestro pueblo, frente al impacto del bloqueo y ante infames campañas contra los programas de cooperación médica que Cuba ha brindado en 165 países, a lo largo de más de seis décadas.

Autora: Isabel Díaz González

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