La nefrología en Cuba: fruto genuino de la Revolución
El segundo jueves de marzo de cada año se celebra el Día Mundial del Riñón. Comenzó a desarrollarse a partir del año 2006, con el objetivo de informar y educar para que se tome conciencia de la importancia de mantener la salud renal con estilos de vida saludables evitando así la enfermedad.
La enfermedad renal es “invisible y/o silenciosa” totalmente asintomática hasta la pérdida de un 80-90% de la función renal, tal es el caso que el 90% de las personas que presentan esta condición desconocen que la tienen. Es provocada en más del 50% de los casos por el no control adecuado de la diabetes y la hipertensión. Una de cada 4 mujeres y 1 de cada 5 hombres entre los 65 y 74 años de edad, padecen afecciones renales, mientras que, al menos un 50 % de la población mayor de 75 años presenta algún nivel de daño renal.
Su diagnóstico es sencillo, por métodos de laboratorio disponibles, simples y económicos: medición de la perdida de proteína en la orina (marcador de daño renal), y la medición de la concentración de creatinina en suero sanguíneo.
Siempre es tratable y pude ser controlada en la inmensa mayoría de los pacientes. Solo una minoría de toda la población (0.1-0.3%) llegan a necesitar de diálisis peritoneal, hemodiálisis o trasplante renal, métodos en los cuales a nivel mundial se estima viven más de 3 millones de personas.
El trasplante es la mejor opción terapéutica, pero requiere de una sólida organización e infraestructura, con equipos médicos multidisciplinarios muy especializados. La disponibilidad de la donación altruista de órganos es su principal limitación.
La Organización Mundial de la Salud busca alcanzar una Cobertura universal de salud en general y renal en particular. En este 2020, se insiste en la necesidad de alcanzar salud renal para todos en todas partes desde la prevención, primaria, secundaria y terciaria hasta la detección y el acceso equitativo a la atención médica.
Sistema Nacional de Salud en Cuba
Nuestro Estado desde 1959 asumió los gastos en salud para garantizar justicia con equidad, en 1970 creó un Sistema Nacional de Salud, (SNS) único e integral, consolidado en 1984 en el modelo conceptual cubano del “médico y enfermera de la familia” en perfeccionamiento continuo y base de un programa eficaz de detección selectiva de pacientes con enfermedades renales.
Cuba cuenta con la infraestructura tecnológica, métodos diagnósticos y tratamiento, dentro del Cuadro Básico de Medicamentos del País y de producción nacional. Además se tienen los productos esenciales para el control de la diabetes mellitus, la hipertensión, y otros cardio-nefro-protectores como las estatinas o biopreparados como la eritropoyetina recombinante humana.
La nefrología en Cuba es fruto genuino de la Revolución victoriosa en enero de hace 62 años. En 1966 se fundó el Instituto Nacional de Nefrología, como cuna y alma mater de esta especialidad. En 1970 abrió la era de los trasplantes de órganos en el país al realizarse el primer caso exitoso.
Los recursos humanos nefrológicos garantizan los cuidados renales en todo el país y desde la Atención Primaria de Salud, ofreciendo interconsultas especializadas, hasta los métodos de diálisis y trasplante renal.
Las principales fortalezas están dadas por un cuadro de determinantes sociales de país, diferente a los de países pobres y de medianos ingresos, existiendo una intencionalidad para su mejoría local y la voluntad política del Estado y su máxima dirigencia de priorizar el sector de la salud y dentro del mismo, nuestra especialidad.
Está demostrado que la mejor estrategia de control de las enfermedades renales es:
- Estilos de vida saludables
- Comer bajo de sal, de grasas y dulces
- No fumar
- Evitar el sedentarismo
- Controlar la diabetes y la hipertensión arterial
- Efectuarse las pruebas de creatinina y de pérdida de proteínas en orina
Es cierto que la enfermedad renal es “común, dañina y tratable”, pero en Cuba, está a su alcance totalmente gratuito su diagnóstico y tratamiento oportuno.