Para el joven Daniel Alejandro Vázquez Arias, Licenciado en Enfermería por la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, el traslado aéreo de una recién nacida desde el municipio especial Isla de la Juventud, constituyó sin dudas una experiencia inolvidable y única en su preparación. Una historia de amor y dedicación sin límites en su especialidad, que puso a prueba la destreza de varios equipos asistenciales.
Como joven formado con los principios éticos y humanistas de la Salud Pública en la mayor de las Antillas, resaltó que «fue un orgullo cumplir con esta noble misión y aportar a la salvaguarda del bien más preciado que poseen los seres humanos: la vida».
En sus palabras, recuerda el complejo trayecto, del cual dijo, no estuvo exento de nervios y emociones, pero motivado por el compromiso y vocación de servicio hacia el paciente y sus familiares. «Qué se tratara de una bebé de apenas 4 días de nacida por supuesto nos impregnaba una dosis mayor de responsabilidad, pericia y sacrificio en nuestro desempeño», agrega el especialista del Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) en Cuba.
Criterios con los cual coincide Yarelys Isaías Peña, con 26 años de experiencia en el SIUM provincial, y con cerca de tres décadas de graduada en su ámbito.
Subraya, desde su mirada autorizada, el difícil y riesgoso trabajo de la emergencia médica por vía aérea. «Es muy dedicado y novedoso para nuestro sistema sanitario, y no tengo otras palabras para definirlo, se realiza con total responsabilidad y abnegación en todo momento».
Junto a ellos, viajaron en la aeronave licenciados neonatales del SIUM de la capital y la doctora intensivista, jefa de la guardia en la Emergencia Nacional; un equipo competente, sensible y audaz, pero sobre todas las cosas, profesionales conscientes de su valioso e imprescindible actuar a favor de la vida.
Así lo define hoy la Dra. Iliovanys Betancourt Plaza, especialista de Segundo Grado en Medicina Intensiva y Emergencias, y Jefa del Departamento de Urgencias y Emergencias en el Ministerio de Salud Pública (Minsap), quien informa sobre el adecuado seguimiento que recibe actualmente la protagonista de esta historia de amor en el Hospital Pediátrico William Soler.
«Desde el nacimiento de un niño en Cuba, como parte de la estrategia del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) se procede a una evaluación permanente por un equipo multidisciplinario en su localidad», explica a la prensa.
En el caso de esta pequeña, aclara Betancourt Plaza, a tan solo horas de su nacimiento, se logra por el Sistema Nacional de Salud una completa evaluación que evidenció un diagnóstico precoz de una tumoración intra-abdominal, y se dictamina el tratamiento especializado por equipos multidisciplinarios quirúrgicos del Hospital Pediátrico William Soler, en la Habana.
«Ágilmente, se realiza la coordinación entre este centro y galenos de la atención Materno Infantil del Hospital Héroes del Baire, la Dirección General de Salud de la Isla de la Juventud, el SIUM Municipal y Nacional, y la dirección política del territorio, para poder ejecutar el traslado».
Con la prioridad y sensibilidad que demandan momentos difíciles como estos, que requieren un traslado aéreo, los equipos se alinean en su gestión, y mediante una coordinación efectiva con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), se realiza la vital maniobra en pos de la vida de la paciente. Procesos tensos a partir de su patología y exitosos en sus resultados, cuando ya la pequeña de tan solo días de nacida es valorada en la prestigiosa institución capitalina.
La extraordinaria grandeza y tesón de la Salud nuestra en las comunes y anónimas misiones de los especialistas cubanos y la prueba cabal de cuánto hace la Revolución por preservar la sonrisa de sus niños, ante un cruel imperio que se empeña en privar, trastocar sueños y ocultar verdades irrefutables en el quehacer de los héroes de batas blancas.
Dra. Iliovanys Betancourt Plaza, Jefa del Departamento de Urgencias y Emergencias del Minsap.
En sus declaraciones, parte de una hermosa historia de amor de estos tiempos, habla de los desvelos de nuestro país hacia los recién nacidos, y en especial de su sector, donde se cuantifican traslados diarios entre instituciones, riesgosos procederes quirúrgicos e incontables proezas médicas.
Con énfasis, se refiere a las imprescindibles nuevas ambulancias arribadas a la nación, muchas de ellas habilitadas con servicios de incubadoras que permiten ofrecer una atención neonatal exitosa y de excelencia, y la revitalización, en este sentido, del Sistema Integrado de Urgencias con valiosos recursos humanos y consagrados especialistas que enaltecen en cada jornada a la Salud Pública y revolucionaria cubana.