Doctor Orfilio Orestes Peláez Molina: paradigma de la ciencia y la Salud Pública cubana

Este 17 de noviembre recordamos a un profesor de profesores, a un hombre cuya consagración y empeño lo convirtieron en paradigma de la ciencia y la Salud Pública cubana: el doctor Orfilio Orestes Peláez Molina.

En el centenario de su nacimiento, honramos la vida y obra de este destacado médico oftalmólogo cubano, cuyos 40 años de estudios y dedicación entregaron al mundo el tratamiento más eficaz para la retinosis pigmentaria, una afección degenerativa de la retina que antes condenaba irremediablemente a la ceguera.

Gracias al tratamiento que concibiese el Dr. Peláez Molina en un 75% de los casos atendidos hoy se logra retener el progreso de la enfermedad y se mejora la visión en un 16% de ellos. Su enfoque innovador combinó un procedimiento operativo con la aplicación intravenosa de ozono, suplementos vitamínicos y terapia electromagnética, obteniendo resultados prometedores.

Además de sus contribuciones en el campo de la retinosis pigmentaria, el Dr. Peláez Molina realizó importantes investigaciones en áreas como la epidemiología de los traumatismos oculares, el tratamiento de la Conjuntivitis Hemorrágica en Cuba y las quemaduras y causticaciones oculares.

En honor a su legado, el servicio de oftalmología del Hospital Salvador Allende, en conjunto con la facultad de Ciencias Médicas de esta institución, ha desarrollado una jornada científica para celebrar y rendir homenaje a la obra de este destacado científico.

Fue en el Hospital Salvador Allende donde el Dr. Peláez Molina llevó a cabo la etapa principal y más prolongada de sus investigaciones para crear un tratamiento contra la retinosis pigmentaria. Además, formó varias generaciones de oftalmólogos y contribuyó al surgimiento del programa nacional de retinosis pigmentaria con el apoyo decisivo de Fidel Castro.

En este centenario, como un merecido homenaje, el servicio oftalmológico del Hospital Salvador Allende llevará el nombre del Dr. Orfilio Peláez Molina, perpetuando así su legado y su invaluable contribución a la ciencia y la salud visual, ya no solo de Cuba, sino del mundo.

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