Cáncer renal y sus factores de riesgo
El cáncer renal es el décimo tercer tumor maligno más frecuente en el mundo. Representa del 2 al 3% de todas las neoplasias malignas del adulto. El tipo más común es el carcinoma, que representa el 90%.
Es más frecuente que se produzca en los hombres, entre los 60 y 70 años de edad, que en las mujeres, es decir en la población anciana.
Se ha observado un incremento de la incidencia global del cáncer renal, fundamentalmente cuando la enfermedad no se ha diseminado fuera del riñón, es decir está localizada. Este fenómeno está muy ligado al desarrollo del diagnóstico por imágenes. Como conoce nuestra población, es muy común que ante la presencia de síntomas intrabdominales se indique un ultrasonido o una tomografía, lo que ha contribuido a diagnosticar los tumores renales en estadios muy precoces.
La expectativa de vida se ha incrementado a nivel mundial y Cuba no escapa a ese comportamiento, más del 20% de los habitantes del país sobrepasan la sexta década de la vida. El cáncer, en general, está fuertemente relacionado con el envejecimiento por lo que es un problema de salud a resolver. Así mismo lo es el cáncer renal.
El incremento de la edad y del empleo del diagnóstico por imágenes no son los únicos elementos que explican la mayor incidencia del cáncer renal. Su explicación es multifactorial y, en ese contexto juega un papel determinante el aumento de los factores de riesgo para esta enfermedad.
Un factor de riesgo es aquella condición que afecta la posibilidad de que una persona padezca una enfermedad determinada. No obstante, aunque una persona tenga uno a más factores de riesgo no debe interpretarse como que padecerá la enfermedad en cuestión, significa que esa persona será más propensa a padecerla, es decir, se eleva el riesgo de enfermarse.
Los factores de riesgo son los siguientes:
- El sexo
- La raza negra
- Padecer de insuficiencia renal crónica (requiriendo tratamiento con diálisis)
- Tener una historia familiar de cáncer renal
- Padecer determinadas enfermedades genéticas.
Este grupo de factores, expuestos con anterioridad, no son modificables. Sin embargo, existen otros que si lo son, tales como: el hábito de fumar, la obesidad y la hipertensión arterial.
El tabaquismo está muy relacionado al incremento del riesgo de padecer múltiples tipos de cáncer, entre los que se encuentra el cáncer renal. Si una persona no fuma o abandona este hábito, disminuye el riesgo de padecer cáncer renal y de morir por esta causa.
Para evitar el sobrepeso y la obesidad no solo se deben cambiar los hábitos alimentarios, sino el estilo de vida que incluye la práctica de ejercicios o la actividad física regular. Además, es necesario mantener un equilibrio entre las caloría ingeridas y las que se consumen. La obesidad en la adultez, no solo ha sido el elemento identificado, sino que también ha sido posible relacionar el sobrepeso al nacer, con el riesgo de padecer cáncer renal en la edad adulta, tanto en los hombres como en las mujeres.
La hipertensión arterial ha sido un factor de riesgo identificado en ambas razas. Estudios han demostrado que el control de la tensión arterial pudiera tener un beneficio potencial en la reducción del riesgo de padecer cáncer renal, además de otros beneficios conocidos como su efecto en las enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.
¿Podemos prevenir el cáncer renal?
Las evidencias confirman que un camino efectivo para prevenir los riesgos de padecer cáncer renal se relacionan con los cambios en los factores de riesgo modificables: transformar el estilo de vida, evitar el cigarro, mantener un peso corporal saludable, practicar ejercicios físicos y una dieta equilibrada contribuirán al control del peso, así como de la tensión arterial.