Lepra en Cuba y tres verdades a conocer
Cada último domingo de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Lepra. Este año, corresponde la celebración al domingo 26 de enero, y el tema propuesto por la Organización Mundial de la Ssalud es “Estigma y derechos humanos para las personas afectadas por la lepra”, considerando que en muchos países el estigma y la discriminación obstaculizan el acceso al diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno.
Según cifras de la OMS, cada año más de 210 mil hombres mujeres y niños son diagnosticados con lepra en todo el mundo. En Cuba la enfermedad dejó de ser un problema de salud desde el año 1993 que se alcanza una tasa de prevalencia de menos de un caso por 10 mil habitantes. No obstante cada año en el país se notifican un promedio de 200 casos nuevos, con reporte en todas las provincias.
En nuestro país las personas afectadas por la lepra tienen la garantía de su tratamiento gratuito, y de su seguimiento en la atención primaria de salud, así como la vigilancia y control de sus contactos, como parte de las estrategias del Programa Nacional de Lepra para interrumpir la trasmisión de la enfermedad.
¿Como se transmite esta enfermedad?
Se transmite por vía respiratoria y por contacto con la piel no íntegra, aunque el riesgo de contagio es muy bajo, o sea es considerada una enfermedad muy poco contagiosa.
El período de incubación de la lepra es de cinco años como promedio, pero puede ser desde dos y puede llegar hasta 20 años. El bacilo penetra por la piel o las mucosas del cuerpo y evoluciona con lentitud afectando progresivamente el sistema nervioso y la piel.
Se requiere un contacto íntimo y repetido con un enfermo no tratado, para adquirir la enfermedad. No es considerada una enfermedad hereditaria, pero si se ha observado que existe cierta predisposición en algunas familias a padecerla.
¿Cuáles son los síntomas de la lepra?
Las manifestaciones clínicas de la lepra son bastantes variables y dependen de la inmunogenicidad del bacilo y de la capacidad de respuesta inmunológica de la persona.
En sus inicios, que es la etapa más importante porque permite un rápido accionar, pueden aparecer manchas en la piel que pueden ser rosadas, blancas o pardas. Estas manchas pueden o no tener trastornos de la sensibilidad, es decir dificultad para diferenciar la temperatura fría de la caliente en las zonas afectadas, así como perder la sensación de dolor.
También el sangramiento nasal, los nódulos cutáneos y la disminución de la cola de las cejas o las pestañas según avanza la enfermedad son otros síntomas de la lepra.
El diagnóstico de esta enfermedad en centros asistenciales se realiza atendiendo a cuatro pilares fundamentales: el cuadro clínico, el examen de Laboratorio (baciloscopia de la linfa ) que se puede realizar de la lesión , de los codos , de los lóbulos de las orejas fundamentalmente; la biopsia de piel y los antecedentes epidemiológicos de riesgo. Estos diagnósticos se realizan en todas las provincias del país.
En Cuba, el tratamiento es estrictamente supervisado y controlado por el médico y la enfermera de la familia hasta que el paciente es dado de alta clínica. Los pacientes reciben su tratamiento de manera gratuita y ambulatoria ya no se les aísla en sanatorios (antes denominados “leproserías”) y las probabilidades de contagio, en general, son muy bajas y disminuyen aún más con las primeras dosis.
El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno son elementos claves para el control de la enfermedad.
Esta será una jornada para llamar la atención de que la lepra existe y que en el mundo se continúa notificando casos nuevos de la enfermedad cada año, pero también para recordar que:
- La lepra con tratamiento se cura.
- La lepra deja de ser contagiosa desde las primeras dosis de tratamiento.
- La lepra si se diagnostica y se trata a tiempo no produce deformidades, ni discapacidad.