Los jóvenes: motor impulsor de la Ciencia y futuro de la Salud cubana

Avanzar cada vez más en la formación de especialistas de alto nivel científico es primordial para elevar la calificación de nuestros profesionales y con ello la calidad de la atención a nuestro pueblo.

Para evaluar cómo marchan esas acciones en el sector de la Salud y analizar aspectos esenciales que permitan actualizar nuestra Política de Grados Científicos, desarrollamos un encuentro en la sede del Ministerio de Salud Pública, en el cual participaron las doctoras en Ciencias Ondina León Díaz, directora general de Ciencia, Tecnología e Innovación, y Amarilys Torres Ramírez, directora de Educación de Postgrado, ambas del Ministerio de Educación Superior.

En el encuentro, donde se reforzó de manera especial el papel que corresponde desempeñar a las comisiones de Grados Científicos, estuvieron presentes también directivos del Ministerio de Salud Pública y representantes de los programas doctorales aprobados en el sector. En correspondencia con el modelo de formación continua de profesionales que nos distingue —y constituye una gran fortaleza—, resulta imperioso crear condiciones para avanzar más en la formación de doctores en Ciencias en todas las universidades de Ciencias Médicas del país.

Si bien la promoción hacia categorías docentes e investigativas superiores y el número de doctores en Ciencias es bajo en el sector —teniendo en cuenta las grandes potencialidades que tenemos para ello—, en los últimos tiempos se han dado pasos importantes para incrementar la superación de nuestros profesionales.

Al cierre del 2021 se realizaron 177 defensas de doctorado: el mejor resultado histórico del Ministerio de Salud Pública y la cifra de doctorandos supera el universo de doctores en Ciencias que tiene hoy el sector.

El pasado año se mantuvieron en ejecución 3 697 proyectos de investigación, lo que significan 1 061 más con relación al 2020. Fruto de la investigación y la innovación de nuestros profesionales se generalizaron 798 resultados científicos, que significaron importantes contribuciones al desarrollo de los servicios de Salud.

Incentivar y fomentar acciones que permitan el incremento permanente del nivel científico de los profesionales y técnicos del sector de la Salud es una tarea imprescindible. Propiciar además que los jóvenes también puedan superarse tiene que ser un compromiso de todos. Son ellos motor impulsor de la Ciencia y en sus manos está el futuro del desarrollo de la Salud en Cuba.

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