Universidad e Innovación por un desarrollo sostenible e inclusivo
“Universidad e Innovación por un desarrollo sostenible e inclusivo” es el tema que centra los debates del XIII Congreso Internacional de Educación Superior, Universidad 2022, que se desarrolla en La Habana desde el pasado lunes. Como parte de las actividades asociadas a ese evento se ha dedicado espacio también para evaluar el cumplimiento de los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Es este un Plan mundial a favor de la dignidad, la paz y la prosperidad de las personas y el planeta. Las acciones contenidas en él buscan una visión transformadora del mundo, enfocada a una sostenibilidad económica, social y ambiental de los países, tanto en el presente como en el futuro.
Altamente prioritarios para el mundo son los temas contenidos en ese documento, en el cual la Salud constituye un asunto relevante. “Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades” es el planteamiento estratégico al que estamos todos convocados.
La agenda transformadora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es ciertamente desafiante. Para la Salud significa un cambio de paradigma en el abordaje de temas sustantivos, como los indicadores Materno-Infantil; el enfrentamiento a las enfermedades infecciosas; la formación y capacitación del capital humano; la mortalidad prematura, entre otros. Son todos complejos asuntos que demandan nuevas formas de gestión en el planeta.
Estos objetivos no son nuevos para nuestro país. Proteger la salud de cada cubano ha sido práctica constante desde el triunfo de la Revolución y en consecuencia hemos actuado siempre.
Dando cumplimiento a esa agenda sanitaria promovida desde el 2015 por la Organización de Naciones Unidas hemos ampliado la participación interinstitucional y multidisciplinaria, integrada con los planes nacionales y sectoriales, en particular, con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.
Disímiles programas integrales sustentan en Cuba la implementación de los objetivos de la Salud Pública, donde la atención primaria es la columna vertebral de nuestro Sistema. Todos ellos se han convertido en baluarte imprescindible para garantizar una amplia gama de servicios a nuestra población y nos han permitido enfrentar en mejores condiciones los efectos de la pandemia provocada por la COVID-19.
El desastre global que ha significado la propagación del SARS-CoV-2 ha demostrado la validez de desarrollar sólidos sistemas de ciencia e innovación, y también de fortalecer la formación del capital humano necesario para dar respuesta a las necesidades de la población.
Son esos elementos que también distinguen los empeños de Cuba en cuestiones asociadas a la salud, a pesar de las difíciles condiciones económicas que atraviesa el país, que han conllevado a innegables limitaciones de recursos y servicios.
Tenemos el deber moral de trabajar juntos para defender el bienestar de las personas en el mundo. El planeta sigue demandando esfuerzos conscientes y reales por parte de la comunidad internacional que respondan a los intereses de todos y no solo de unos pocos.
En Cuba, nuestro compromiso será siempre con la vida.