Recuerdan primera graduación de médicos y estomatólogos de la Revolución
Era el 14 de noviembre de 1965 cuando unos 400 médicos y 26 estomatólogos, los primeros formados por la Revolución, ascendieron el Pico Turquino. Allí, en lo más alto de la geografía cubana y acompañados por el Comandante en Jefe Fidel Castro, aquellos jóvenes juraron renunciar al ejercicio privado de la profesión, y extender a dos años o más, si fuera necesario, el servicio médico rural.
También ratificaron el compromiso de contribuir al pueblo con su sacrificio y un mejor trabajo; impulsar al máximo la medicina y la estomatología preventivas en la isla; mostraron disposición a mantener el espíritu de superación científica y política; brindar ayuda internacionalista a otras naciones; y defender a la Revolución socialista.
Hoy, 56 años después, muchos de esos jóvenes acudieron al Aula Magna de la Universidad de La Habana y en presencia de Miriam Nicado, rectora de la casa de altos estudios, del Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Balaguer Cabrera, y del Dr. José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, entre otras autoridades médicas y docentes, volvieron a recordar aquella primera graduación que marcaría el devenir de la docencia médica en el país.
El doctor José Hurtado de Mendoza Amat, especialista de II Grado en Anatomía Patológica y Profesor Titular y Consultante, habló acerca del privilegio que representó integrar aquel primer curso, en medio de la intensa lucha de clases en la universidad y durante la toma del poder revolucionario en la Escuela de Medicina y la Facultad de Ciencias Médicas.
Recordó que los primeros estudiantes formados por la Revolución participaron en la constitución de las milicias universitarias, la lucha en el Escambray y en Girón, donde murió Pedro Borrás Astorga, primer mártir del curso.
De esa generación también se convertirían en mártires Miguel Zerguera Palacios, Martín Chang Puga y Raúl Currás Regalado, quienes fallecieron prestando sus conocimientos médicos como internacionalistas en la lucha por la independencia de los pueblos africanos.
Además, esa generación tendría grandes responsabilidades al ser los primeros alumnos ayudantes de las diferentes especialidades y los encargados de asumir parte de la docencia médica cuando desertaron muchos profesores universitarios a inicios de la Revolución.
En la emotiva actividad la rectora de la universidad y el ministro de Salud Pública reconocieron en nombre de los graduados al Comandante Balaguer Cabrera, quien agradeció el gesto y rememoró el concepto de Revolución enunciado por el Comandante en Jefe, pues “es la Revolución el tesoro más precioso que posee el pueblo cubano”, aseguró.
Asimismo, la doctora Libertad Carreras Corzo, uno de los primeros expedientes del curso, recordó a los que ya no están, en especial al recién fallecido doctor Héctor Terry Molinet, reconocido epidemiólogo cubano con una destacada labor en el Sistema Nacional de Salud.
No pudo el tiempo detener nuestro palpitar y hoy seguimos poniéndole corazón a Cuba, hoy tenemos el pie en el estribo y somos fieles a la Revolución y al legado de Fidel, expresó el doctor Ramón Prado Peraza, uno de los más de 50 graduados presentes en la histórica Aula Magna.
En la actividad, los integrantes de la primera promoción de médicos y estomatólogos de la Universidad de La Habana en Revolución ratificaron los compromisos asumidos 56 años atrás en lo alto del Turquino.
Lic. Sheila Noda Alonso
Periodista de la Agencia Cubana de Noticias. Licenciada en Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2020). Colaboradora del sitio web del MINSAP.