Evitar la propagación de focos: la mejor forma de previnir el dengue

En los últimos años, la situación epidemiológica de la región de Las Américas se ha caracterizado por la existencia de elevados índices de infestación de Aedes Aegypti y Aedes Albopictus, ampliamente distribuidos en las regiones tropicales y subtropicales del mundo. En consecuencia, se ha incrementado la transmisión de Dengue y la de otras arbovirosis como el Chikungunya, el Zika y la Fiebre Amarilla.

En la Región de las Américas, entre los meses de enero y diciembre del año 2021, se notificaron un millón 324 mil 108 casos de arbovirosis. De ellos, un millón 173 mil 674 (89%) fueron casos de dengue, 131 mil 630 casos de Chikungunya y 18 mil 804 casos de Zika.

Desde el 2020, la circulación del virus del dengue y otras arbovirosis ocurre de manera simultánea con la transmisión activa del virus de SARS-CoV-2, en los países y territorios endémicos en la región de Las Américas. Adicionalmente, la identificación de las nuevas variantes de preocupación del virus y las coberturas inadecuadas de la vacuna contra la COVID-19, en áreas endémicas de estas arbovirosis, plantean una situación epidemiológica compleja y una alta demanda en los servicios de salud. Así como, un desafío constante para los sistemas de salud en todos sus componentes y niveles, incluyendo la vigilancia epidemiológica.

En el caso de Cuba un total de nueve provincias fueron afectadas por la transmisión de dengue durante el año anterior. Sin embargo, a partir del mes de septiembre, se redujeron en un 29.3 % los casos de dengue con respecto al 2020. Las provincias con mayor incidencia fueron Camagüey, Villa Clara, La Habana, Holguín y Santiago de Cuba.

Foto tomada de Granma.

Esta situación epidemiológica estuvo sustentada en los elevados índices de infestación por Aedes Aegypti, los cuales desde el año 2007, han mantenido una tendencia creciente. Aún así, el país se mantiene libre de Zika desde 2019 y de Chikungunya desde 2017.

En el año 2021 se reportó el mayor número de focos de los últimos 15 años. Los meses de junio, septiembre y octubre fueron los de mayor incidencia. El 71,1% de los focos se detectaron en las provincias de Santiago de Cuba, La Habana, Holguín, Camagüey, Matanzas y Villa Clara.

Los focos son detectados mayormente en los depósitos para almacenar agua (71.1% del total de focos), con el predominio de los tanques bajos. Estos recipientes se encuentran en gran cantidad de viviendas y en ellos se detectan más de la mitad de los focos. Por lo que resulta fundamental la correcta realización del autofocal junto al trabajo de las instituciones de lucha antivectorial.

Para evitar la propagación de focos, usted debe tener en cuenta las siguientes medidas:

  • Realizar el autofocal familiar y laboral cada 7 días para prevenir la formación de focos o criaderos de mosquitos. Para ello, se deben llevar a cabo acciones dirigidas a: tapar los tanques, cepillar los recipientes de agua, voltear los depósitos vacíos o ponerlos bajo techo, limpiar y ordenar los patios.
  • Mantener tapados herméticamente todos los depósitos de almacenamiento de agua: tanques, aljibes, cisternas u otros recipientes donde se almacene agua.
  • Permitir que se realice la fumigación en los hogares. Para ello, acompañando al operario en la inspección de su vivienda y eliminar junto a él los posibles criaderos del mosquito. Mantener cerradas las viviendas 45 minutos después de ser fumigadas.
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