10 de septiembre: Un llamado por la vida para prevenir la conducta suicida

Cada 10 de septiembre, a propósito del Día Mundial de Prevención del Suicidio, desde la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) se hace un llamado a la acción colectiva para crear conciencia acerca de cómo evitar este problema urgente de salud pública a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes.

El flagelo, del que no escapa ninguna nación, afecta gravemente a los individuos, las familias y las comunidades y tras la pandemia de la COVID-19 los factores de riesgo de estas actitudes incrementaron, debido a las afecciones provocadas a la salud mental por la ansiedad, la depresión y el estrés asociados a la enfermedad, el necesario aislamiento y la pérdida de seres queridos.

“Centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza. Acercarse a los seres queridos por su salud mental y su bienestar podría salvarles la vida”, refiere OPS/OMS.

En Cuba este fenómeno representa la décima causa de muerte en el cuadro de la mortalidad general, a pesar de las acciones que se realizan como parte del Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida, implementado desde 1985 por el Ministerio de Salud Pública (Minsap).

Carmen Borrego Calzadilla, jefa de la sección de Salud Mental del Minsap, afirmó que las acciones del programa se evalúan sistemáticamente y se actualizan según la situación epidemiológica y el cuadro de salud de los diferentes territorios.

En ese sentido, en 2021 el ministerio renovó el Plan de Acción para la Prevención de la Conducta Suicida 2021-2023 dirigido a potenciar las estrategias de atención integral a personas en riesgo y vulnerables, bajo el principio de que el suicidio es prevenible si se detecta a tiempo, agregó la especialista.

La doctora también puntualizó que en el pasado año la conducta suicida fue incluida en el Macroprograma Desarrollo Humano, Equidad y Justicia Social, liderado por el gobierno y que cuenta con cuatro subprogramas y uno de ellos es el de Prevención Social y Atención a las Vulnerabilidades.

En el país se realizan investigaciones relacionadas con la salud mental, y hasta el 2020 se ha caracterizado el comportamiento del suicidio para determinar variables socio-demográficas como edad, sexo, ocupación, estado civil y estratificación epidemiológica de riesgo, entre otros elementos.

Como parte de la Encuesta Nacional de Salud se dedicó una sección a la salud mental y se evaluaron trastornos afectivos como ansiedad, depresión, problemas de consumo de sustancias, deterioro cognitivo y la respuesta de los individuos ante el acceso a los servicios de salud mental; aspectos que están relacionados con la conducta suicida y favorecen un mejor análisis para evaluar factores de riesgo y protección, señaló Borrego Calzadilla.

Se puede hacer mucho para prevenir, lo fundamental es el papel de la Atención Primaria de Salud, que el médico esté preparado, al igual que el personal de los Departamentos de Salud Mental Municipales integrados por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, enfermeras y terapeutas ocupacionales.

También se precisan estrategias desde la comunidad, con la participación de líderes formales e informales que promuevan políticas de comunicación, promoción y creación de estilos de vida saludables.

A propósito del Día Mundial de Prevención del Suicidio, el Día Mundial de la Salud Mental, el próximo 10 de octubre, y el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, en el país se realizan talleres, acciones de capacitación e intervenciones comunitarias a favor del bienestar de la población.

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