Él está en mis manos
La joven bayamesa Nirza García Valdés, Especialista en Cirugía General, miembro de la Brigada Médica cubana en Bolivia, se sabe continuidad de la obra social cubana. Elocuente y comprometida desde sus inicios como pionera, tiene el privilegio de haber vivido trascendentales momentos históricos con la presencia del líder de la Revolución cubana y con el actual Presidente Miguel Díaz Canel.
Cuando los cubanos y en particular los jóvenes celebramos el aniversario 93 de Fidel, Nirza revive los recuerdos y se sostiene firme en un presente que construye con sus manos.
Segura, jovial, comprometida, profesional y revolucionaria de verbo y acción. Gustosa accedió a mi pedido la joven que muchos de su tiempo, admiramos.
“Puedo decir que soy parte, el mérito no es solo personal, fuimos una generación que tuvo el privilegio histórico de tener al Fidel siendo pioneros, estudiantes, pero particularmente a Fidel siendo universitaria. Compartió con nosotros en nuestra experiencia como dirigentes estudiantiles…múltiples momentos…”
Con la emoción a flor de piel y los ojos que miran al pasado que la guía…trae al diálogo cumbres experiencias que marcan su vida.
“Recuerdo que en el año 2010 lo tuvimos en cuatro ocasiones compartiendo con los universitarios, y qué suerte haber sido esa última generación de universitarios que lo vio llegar invicto a aquella escalinata vestido de verde olivo cuando prensábamos que ya no regresaría a la vida pública…de tenerlo aquel 17 de noviembre conmemorando cinco años de su histórico discurso en el Aula Magna…pero Fidel en nosotros dejó una huella como en ninguna otra generación a partir de que también fuimos a la última generación que le pidió cuidar mucho a la Revolución, que nos pidió cuidarla siendo los mejores en el ejercicio de nuestra profesión, dedicarnos cada día al estudio, a la investigación científica, se preocupaba mucho y estaba muy atento a nuestra preparación del contexto nacional e internacional, de que estudiáramos mucho, de que supiéramos filosofía , de que no olvidáramos la historia, de que fuéramos cultos, y sobre todo que fuéramos sensibles, de que siempre estuviéramos al lado del pueblo, de que sintiéramos como propio el dolor y el problema de cada persona…”
Graduada de la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana en el año 2014, esta joven de andar intachable, apasionada ante cada tarea y segura de haber escogido la profesión que le permite como ninguna agradecer la dicha de vivir en Cuba; es hoy médico internacionalista en el Estado Plurinacional de Bolivia, y ya deja huellas en tierras hermanas.
“Particularmente yo como médico, porque en la salud como ningún otro sector, la gente, las personas sienten reflejada la obra de la Revolución, trato de ser consecuente con ese pedido que nos hizo en aquel año 2010…de siempre acompañar al pueblo y de darlo todo…y siento que a través de mis manos él también está, dando vida, dando salud, salvando a las personas de la muerte. Y siento que cada vez que salvamos a alguien en Cuba o en cualquier parte del mundo ahí está Fidel también.”
Tan solo han bastado 28 años para que la joven bayamesa, viva y sea continuadora de una estirpe mambisa que dignifica las ideas iniciadas en esta región del oriente de Cuba hace 150 años.
Cuando hoy vuelve la mirada al actual Presidente cubano, Miguel Díaz Canel-Bermúdez, Nirza, también recuerda el pedio especial que le hiciera en 2014. Sin dudas dos momentos que la enlazan para siempre con la historia Patria.
“Como siempre confiamos en el espíritu visionario de Fidel, asimismo confié en que vio en él las luces, que era él y no otro el que podía conducir los destinos de Cuba unido a todo un pueblo y a toda una Cuba que lo sigue. A veces cierro los ojos y escucho los gestos y el interactuar con las personas y pienso que es él resucitado…de alguna manera en sus acciones, en sus métodos, en su intercambio permanente con la gente y en la búsqueda incansable del criterio de los jóvenes…”
La Federación Estudiantil Universitaria para Nirza fue un antes y un después. Ella aún vive con nostalgia aquellos tiempos que nunca la abandonan, que la acampan en su cotidianidad entre dolencias y bisturí en mano.
“ Y también como a Fidel, a Díaz-Canel me une un momento especial. Aquel agosto de 2014, en el que personalmente nos despedía de la universidad y nos abría las puertas a la sociedad…y también como Fidel…sin saberlo…nos pidió regresar a la base para ser una doctora consagrada al pueblo, a la preparación, consagrada a la Revolución.”
“ La mejor manera de ser consecuente con ese pedido que él me hizo fue regresar y brindar mi salud, mi apoyo, brindar la mano de la revolución…a él particularmente siento que no hay un día en que amanezca o vaya a dormir y me cuestione qué tan consecuente fui con ese pedido que me hizo…”
Historias conmovedoras, su pasión por no fallar y continuar una obra justa, buena, de los cubanos, son acicate del porvenir.
“Dondequiera que esté Fidel, y creo que también está con Díaz- Canel, deben vivir orgulloso de sus jóvenes que nunca defraudaremos y siempre tendremos bien en alto, de que la única manera de cuidar la Revolución y que Fidel siempre viva es haciendo cada cual lo que nos toca con modestia y sobre todo al lado de los más humildes haciéndolo todos los días de la mejor manera posible. Yo soy continuidad.”
Tomado de: Cubadebate