Es un camino en el que no nos detendremos, es el andar de “Cuba por la Salud”
Discurso del Dr. José Angel Portal Miranda en el Acto de Graduación de la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, 18 de julio de 2019.
Estimados miembros de la Presidencia.
Profesores, trabajadores.
Familiares y amigos.
Queridos Graduados.
Con la creación, por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas “Victoria de Girón”, en octubre de 1962, comenzaban a construirse los cimientos de la Docencia Médica Cubana y su Red de Centros de Educación Médica Superior, así como del actual Sistema Nacional de Salud cubano.
En el acto de graduación del primer grupo de médicos formados por esa prestigiosa institución, el Comandante en Jefe expresó, y cito
“¿Con qué se puede contar ya, desde ahora? Con varios cientos de magníficos compañeros, que se irán graduando todos los años, y que irán reforzando el contingente de médicos revolucionarios, y que irán dándole al país el aporte de una mentalidad nueva, de una concepción nueva de la función del médico”.
Desde ese momento histórico para el país, donde apenas habían quedado un poco más de 3 mil galenos para enfrentar la salud de todo nuestro pueblo, hasta la actual graduación “2019”, se han formado 376 mil 608 profesionales en las ramas de la Medicina, la Estomatología, la Licenciatura en Enfermería y otras como las Tecnologías de la Salud, de los cuales 171 mil 362 son médicos.
Ningún país pequeño, en desarrollo, ha podido realizar semejante hazaña en términos de formación de capital humano altamente especializado. A ello se le suman los 35 mil 787 estudiantes extranjeros de 141 países graduados en nuestras universidades, fundamentalmente de África y América Latina.
Hoy, de los 485 mil 479 trabajadores del Sistema Nacional de Salud, 234 mil 380 son profesionales de las diferentes ramas de las ciencias médicas, los que laboran en más de 13 mil instituciones sanitarias del país.
Todos son portadores de una elevada preparación científico-técnica y una formación humanística que los hace cualitativamente mejores, garantes de la salud de la población cubana y la de otras muchas partes del mundo.
Podemos decir entonces, que la aseveración del Comandante en Jefe realizada en aquellos aciagos días de la invasión de Girón, la crisis de Octubre, y la creación de otro Girón – el de nuestra Escuela de Medicina Cubana Revolucionaria – fue cumplida con creces.
Ello fue posible, por la implementación de una política de formación de médicos y otros profesionales de la salud, acompañada de la apertura de nuevas facultades y filiales de ciencias médicas, la formación creciente de profesores e investigadores, así como la ampliación de los escenarios docentes en los propios servicios de salud, con uno de los modelos más avanzados de educación médica, basado en la educación en el trabajo.
Estimadas compañeras y compañeros:
En la graduación de las Universidades de Ciencias Médicas, correspondiente al año 2019, están recibiendo sus títulos 10 mil 114 profesionales, de ellos 7 mil 667 son médicos (1535 corresponden a otras nacionalidades), mil 644 estomatólogos, 337 Licenciados en Enfermería y 466 Tecnólogos de la Salud, a los que se le suman los 4 mil 578 técnicos medios y obreros calificados que concluyeron satisfactoriamente sus estudios, para un total de 14 mil 662 nuevos miembros que se incorporan a nuestros colectivos laborales, en los servicios, la docencia y la investigación, como verdaderos guardianes de la salud.
Para orgullo de todos, podemos decir que hoy nuestro país rebasa la cifra de los 100 mil médicos activos, alcanzando la más alta de la historia, con 101 mil 619, y con ello, un indicador de los primeros en el mundo, con la proporción de 9,0 médicos por 1000 habitantes.
Con los actos de graduación, concluyen las actividades inherentes al pregrado en nuestras 13 Universidades, con sus 34 facultades de ciencias médicas, 15 Filiales y la Escuela Latinoamericana de Medicina.
Cuando se incorporen a los centros de salud, comenzará la etapa de formación pos-gradual, período más importante en su ciclo de formación, como un proceso continuo que caracteriza a nuestra docencia médica.
Para ello, en el año 2019, se cuenta con un plan de formación de especialistas médicos de 3 mil 787 y 223 plazas para especialidades estomatológicas. Ellos se sumarán a los 27 mil 573 residentes que se forman en 65 especialidades. De ese total, 2 mil 328 son de otras nacionalidades.
De igual forma, miles de profesionales empezarán, a partir de septiembre, sus estudios de diplomado, maestrías, doctorados, así como en otras figuras de la formación y superación, en busca de la excelencia en el desempeño y la garantía de una mayor calidad en los servicios que brindamos al pueblo.
La entrada de nuevos profesionales al Sistema Nacional de Salud, ocurre en un momento de perfeccionamiento del programa del médico y la enfermera de la familia, unido al avance de la ciencia y la innovación, así como la implementación de nuevos programas de desarrollo, como el de informatización en salud, el de medicina de precisión, la nanomedicina y el de medicina robótica, entre otros. En todos estos procesos, nuestras Universidades juegan un papel imprescindible.
Como dijera el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, tres herramientas son esenciales hoy para el trabajo en los altos centros de estudios: el uso de la comunicación social, la informatización de todos los procesos, y el uso de la innovación para resolver los problemas del país. Las Universidades de Ciencias Médicas, cuentan con todo el potencial humano, tecnológico y logístico para cumplir esta indicación y continuar su desarrollo, y con ello, el del Sistema de salud cubano.
Queridos graduados.
Ustedes entran hoy, a la más sacrificada de las profesiones, un verdadero sacerdocio del deber. A partir de ahora, al decir de Fidel, y cito:
“Lo más importante habrá de ser su consagración total al más noble y humano de los oficios: salvar vidas y preservar salud. Más que médicos, serán celosos guardianes de lo más preciado del ser humano; apóstoles y creadores de un mundo más humano”.
Será una vida de entrega y desvelos, dedicada a sus pacientes y a sus comunidades, sabedores de que forman parte de un pueblo cuya capacidad de entrega, coraje y solidaridad, son valores constantes; convencidos de que cada profesional de la salud es un exponente del amor infinito que mueve – como diría el Che, a riesgo de parecer ridículos – a cada revolucionario verdadero, ese que también es capaz de sentir en carne propia la injusticia y el dolor ajeno, donde quiera que ocurra.
Por eso desde ya, de conjunto con el resto de los trabajadores del sector, ustedes representarán el más alto grado de la cubanía y tendrán el honor de formar parte de nuestras misiones médicas cubanas en el exterior, gracias a lo cual contribuirán a la salud de pueblos hermanos, como lo han hecho más de 400 mil profesionales del sector que – de forma voluntaria – han brindado su ayuda internacionalista en 164 países, desde 1963 hasta la fecha.
Para los cubanos, no se les olvide nunca, la Solidaridad es un sentimiento de Nación, representa – como nos enseñó Fidel – “saldar nuestra propia deuda con la Humanidad”; es por eso, que los más de 29 mil colaboradores de la salud cubana que hoy están presentes en 65 países, realizan una modesta contribución al anhelo infinito de la cobertura sanitaria universal, a la vez que garantizan la sostenibilidad de múltiples programas y servicios de salud en Cuba.
Siempre hemos estado allí donde más se necesite, en lugares de difícil acceso y de extrema pobreza. En varios de esos parajes del mundo, el médico cubano ha sido el primer contacto con un profesional de la salud de comunidades enteras, brindando atención y seguridad, a los más pobres y desposeídos.
Desde la ayuda a Argelia en 1963, ha existido siempre una vocación de servir, se ha impregnado la huella histórica de la medicina revolucionaria cubana. Es un camino en el que no nos detendremos, es el andar de “Cuba por la Salud”, ese que no hay, ni habrá dinero en el mundo que pague, porque nuestros cooperantes curan enfermedades del cuerpo y el alma, salvan vidas. Ahí está la utilidad de la virtud que nos legara el Apóstol Nacional José Martí.
Por eso son “más que médicos” y donde quiera que haya un cooperante de la salud, ahí está Cuba, esta Isla insumisa y rebelde que conoce de amor, no de odio, y que continuará apostando por la Salud.
Estimados compañeros, queridos graduados.
Para el Ministerio de Salud Pública, los trabajadores de la Salud y todo el pueblo cubano, es motivo de orgullo y satisfacción verlos graduarse dispuestos a entregar lo mejor de sí por el bienestar de las personas. No defrauden esa confianza, sean mejores cada día, sepan crecerse ante cada situación que se les presente en su actuar como trabajadores de la salud, en un país que ha apostado desde el mismo triunfo de la Revolución por una salud universal, gratuita, accesible, y de calidad para su pueblo y muchos otros pueblos que lo necesitan, demostrando que el mundo mejor al que soñamos y aspiramos, es posible. Como es posible pensar y actuar como país, como nos indicara con fuerza por estos días el presidente Díaz Canel.
En un grano de maíz puede caber toda la gloria del mundo, eso lo sabemos bien. Y un grano de maíz será el aporte de cada uno de ustedes a esta Cuba que debemos continuar construyendo entre todos, por eso, desde hoy les pido, que cada cosa que busquen en ustedes y en lo que les rodea, lo hagan siempre con el Corazón.
Muchas felicidades y muchos éxitos.
¡Vivan los Trabajadores de la Salud Cubana!
Patria o Muerte, ¡Venceremos!